Nunca las autoridades federales habían sido tan oportunas al escoger precisamente el Día de las Madres para anunciar un “avance” -si es que generosamente así se le pueden llamar-- a las Acciones del gobierno de la república para mejorar la calidad del aire en la zona metropolitana del Valle de México.

Si no fuera tan serio el problema, parecería una broma. De mal gusto, claro.

Resulta que lo anunciado confirmó lo que ya sabemos: en materia de contaminación, todo es un desmadre. Y, al respecto, me remito a lo que dice el diccionario de la Real Academia Española (RAE) en sus tres acepciones: “Desmadre. 1. m. coloq. Acción y efecto de desmadrarse (conducirse sin respeto ni medida). 2. m. coloq. Exceso desmesurado en palabras o acciones. 3. m. coloq. Juerga desenfrenada.”

Y como todo está desmadrado, es indispensable describir el significado de desmadrarse: “De des y madre ‘hembra que ha parido’, ‘cauce por donde corre un río o arroyo’”. Pero la RAE también aclara que, en México, desmadrar significa lastimar físicamente; pero si el término se usa como verbo pronominal, la palabra expresa “conducirse sin respeto ni medida, hasta el punto de perder la mesura y la dignidad”.

Precisamente, al conducirse sin respeto ni medida, el secretario de Medio Ambiente, Rafael Pacchiano, dijo que a partir del 1° de julio solamente circularán en la zona metropolitana del Valle de México los automóviles que contaminen menos (ojo: habló de autos) y que en los próximos 15 días se publicarán en el Diario Oficial de la Federación medidas más estrictas, con normas como en el extranjero, para mejorar la calidad del aire.

No quedó ahí, afirmó que "las medidas adoptadas han tenido los resultados que esperábamos" (¡ah, sí!) y agregó -sin mesura ni dignidad- que en las dos contingencias recientes se redujeron “significativamente” los niveles de ozono; pero para impedir cualquier crítica adelantó que con las nuevas acciones no solo se buscará reducir el ozono sino también el monóxido de carbono (¡vaya!).

Pacchiano justificó que hace 27 años, cuando inicio el Hoy No Circula, se movían 1.8 millones de vehículos en el valle de México y que actualmente transitan 5.4 millones, de los cuales 70 por ciento tienen holograma cero, lo que “no es responsabilidad del fallo de la Corte" sino de la corrupción de los propietarios y de los Verificentros.

Quedó de manifiesto que, para evitar más corruptelas, la responsabilidad de los Verificentros ya no seguirá en manos de los estados. Y uno pregunta ¿entonces para qué sirve el Pacto Federal o la recientemente aprobada autonomía de la Ciudad de México?

En este desmadre, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwel, hizo la defensa gubernamental de la calidad de los combustibles. Negó que los contaminantes se importen de China y el director de Pemex aseguró que el 90 por ciento se adquieren en Estados Unidos, mientras que el resto son de Europa, se compran en Holanda, Gran Bretaña e Italia. Como si eso fuera garantía.

Y ya en la juerga desenfrenada a la que se nos remite el diccionario, durante el anuncio de las acciones que no se dieron a conocer pero que, eso sí, ya vendrán, no hubo empacho para asegurar que la situación que se vive en la Zona Metropolitana del Valle de México “es consecuencia de las condiciones climáticas caracterizadas por el ambiente seco, poco viento y una intensa radiación solar” que, junto con la emisión de contaminantes primarios, han disparado la reproducción de ozono. ¿Qué tal?

Con esos argumentos y del hecho que no se haya dicho nada de las causas estructurales del problema de la contaminación ambiental, de los costos económicos y sociales, especialmente en materia de salud, y que no se tocara al transporte público o, al menos, algún programa de cultura cívica, queda claro que todas y cada una de las acciones gubernamentales y los discursos oficiales son un desmadre y que por esas causas literalmente nos han desmadrado.

@lusacevedop