Hay algunas coincidencias en los recientes cambios de gabinete tanto en el Gobierno Federal como en el gobierno de esta ciudad capital. Coinciden en el tiempo, pero también en los asuntos a tratar por la administración pública. El énfasis está en el desarrollo urbano y los problemas de la ciudad, de las ciudades.

Recordemos que en ambos gobiernos se han renovado los titulares en el citado sector de desarrollo urbano. El titular en el GDF de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, renunció en un ambiente de visible rechazo y desaprobación. La evidente relación que el titular de la SEDUVI tenía con el negocio inmobiliario, fue lo que lo acabó.

Y es que el negocio inmobiliario en el DF se ha visto envuelto en los últimos años por el fraude y la corrupción a amplios niveles. En ello se ha visto involucrada dicha Secretaría con la emisión de documentos falsos de uso del suelo (?emitidos con error? lo dicen con eufemismo los abogados) y otro tipo de fraudes en los que las instituciones centrales y las delegaciones han sido omisas y evasivas. De nada ha servido elInstituto de Verificación Administrativa ?INVEA-creado casi ex profeso para combatir esos crímenes desde la era de Marcelo Ebrard.

En el caso del gobierno federal, por su parte, se dio la recolocación de un miembro fuerte del gabinete, motivado ello por razones ciertamente similaresal del DF y de todos conocidas. Los fuertes cuestionamientos a su actuación en el ámbito de la procuración de justicia depositó suavemente a Murillo Karam en la SEDATU, la flamante y recién creada Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

El caso es que los nuevos nombramientos y la realización de ciertos sucesos concurrentes en ambos órdenes de gobierno pareciera darle un nuevo aire al importante y muy olvidado sector del desarrollo urbano. En estos días se realizó en el Senado de la República el foro de reflexión ?Repensando la ciudad? en la que la SEDATU tuvo una importante participación, entre otras instituciones y organizaciones nacionales e internacionales. Ojalá y ello represente una recuperación y renovación de las prácticas técnicas y legales que regulan y administran el desarrollo urbano del país.

Por otra parte, en acción muy similar, pero en un procedimiento un tanto protocolario y ciertamente protagónico que involucró varios cambios en su gabinete, el jefe Mancera reubicó al Secretario de Gobierno a la renombrada Secretaría de Movilidad ?SEMOVI- otrora Secretaría de Transportes y Vialidad?SETRAVI-. Junto con dicho nombramiento se dio la creación y nombramiento de la titular de una nueva entidad administrativa, el Nuevo Modelo de Movilidad.

No nos queda muy claro qué tipo de organismo de la administración pública es éste, cuáles son sus atribuciones y si va manejar recursos para impulsar los fines y objetivos que pretende, los que al parecer son muy ambiciosos. Si bien ya no sorprende, bajo el gobierno de Mancera, el origen y la trayectoria política de la titular de este organismo o área del GDF, el NMM (Nuevo Modelo de Movilidad), dependiente de SEMOVI, extinta SETRAVI, debe tener como prioridad que sus acciones involucren a todos los actores en esa materia, y no sólo en el Distrito Federal.

Sin duda, la movilidad, un subsector muy importante del desarrollo urbano de la ciudad, exige de considerar a todos los sistemas de transporte, pero también al peatón, el gran olvidado de la planeación urbana y la arquitectura contemporánea. En ese sentido, resulta alentador que Laura Ballesteros, la titular de este organismo, haya sido, y esperemos lo siga siendo, una promotora de los derechos del peatón. Hacen falta muchas acciones en esta materia en la Ciudad de México y toda su área metropolitana.

Esperemos que el nuevo organismo en cuestión reciba todo el apoyo que requiere; que se involucre en las acciones y cambios legislativos que se deben dar en la materia; que sea parte protagónica en la revisión de los Programas de Desarrollo Urbano que se encuentran en proceso; que se coordine estrechamente con los otros sectores y áreas de la administración pública del Distrito Federal, como lo son la SEDUVI y la Secretaría de Obras y Servicios.

De igual forma deseamos que a nivel federal la SEDATU inicie con la necesaria recuperación de la planeación del desarrollo urbano del país y la revisión de las leyes que le dieron cauce legal, así lo exige la ya vetusta Ley General de Asentamientos Humanos que al igual que su creador, sobreviven milagrosamente. Esperemos pues, que todos estos cambios se den con la profundidad y alcances que se merecen, sino, la movilidad seguirá siendo sólo de los funcionarios.