Aunque para muchos la elección en el Estado de Morelos es una cuestión de segundo orden, para los que aquí  vivimos es un suceso de trascendental importancia. Por ello, el debate organizado por la autoridad electoral local entre los candidatos a la gubernatura, fue motivo de llamar la atención de una buena parte de la población.

Este ejercicio de confrontación de propuestas había generado mucha expectativa en torno a la participación del candidato del PRI,  Amado Orihuela Trejo, ya que en un ejercicio similar organizado por la Universidad del Estado, no asistió.

La sospecha de su endeble capacidad argumentativa era tema de conversación y  discusión en algunos espacios  de análisis de temas de política local, y para beneficio de unos y perjuicio de otros, esas sospechas se volvieron realidad el pasado jueves, al poco tiempo de empezar las rondas de participaciones.  Amado Orihuela, durante el debate, se limitó a leer sus script que seguramente le confeccionaron sus asesores, lo malo es que no le enseñaron a leer bien y las consecuencias de la mafia educativa de Elba Esther hicieron acto de presencia en las intervenciones del candidato tricolor.

Amado desde el inicio de su campaña pretendió dedicarse únicamente a cuidar la ventaja porcentual que le daban las encuestas , sus asesores encabezados por el carrillo-oleista Matías Nazario, dictaron una estrategia errónea y a un mes de distancia de la elección, la supuesta ventaja se ha esfumado por completo.

Amado tiene presencia en algunas zonas del Estado, nadie lo puede negar, pero organizar una campaña es totalmente distinto que organizar un súper baile con jaripeo, con rifa de carro y toda la cosa. Más bien quererse llevar al baile a la querida tierra de Zapata escudándose en la copetona figura de Peña Nieto, es un error.

Se dice, se rumora, que algunos miembros del equipo priistas se han empezado a dar cuenta que el barco que tan lentamente navega por las aguas de la política, ha empezado a hacer agua, y hay miembros cercanos al equipo del candidato que están evaluando la posibilidad de saltar antes de que se hunda.

Amado Orihuela tuvo desde el inicio un accidentado camino rumbo a la candidatura  y sus diferencias con el ex presidente municipal de Cuernavaca, Manuel Martinez Garrigos también suspirante,  le salieron caras, pues nadie del equipo de este último se encuentra integrado a la campaña en busca de la gubernatura.  Manuel desde la presidencia estatal del partido va amarrado a su curul plurinominal local y si Amado pierde, el resultado se encargará de borrarlo del mapa político.

Todo parece indicar que la suerte ya está echada y seguramente Amado tendrá que regresar al congreso local y a la CNC, en donde nunca subió a tribuna y donde tampoco  ha rendido cuentas.

El debate estuvo bueno, con fintas, ganchos, llaves, contra llaves y varios golpes bajos, pero lo que se puede destacar por sobre lo demás, son las propuestas del candidato de un partido que se dice Social Demócrata, el cual de llegar a la silla pretende crear un lago artificial (como el de Janitzio), construir una torre del tamaño de la Eiffel de París pero con forma de chínelo en pleno brinco, crear el posgrado universitario de arquitecto de paisajes (seguramente para los braceros antes de irse al norte), crear una misión diplomática a cargo de una comparsa de chinelos y pagarle a los Profesores de escuela a partir de una evaluación hecha por las mamás de los niños. No es broma. Algunos aseguran que también se comprometió a hacerse el antidoping, pero esto estimados lectores, no se ha confirmado.

El tamaño de Morelos es pequeño en cuanto a electorado se refiere, pero si el PRD arrebata la plaza al PAN – como todo parece indicar – será la primera vez que el Estado sea gobernado por un partido distinto al PRIAN.  Aquí algunos políticos deberían de estar en el zoológico o en el circo, pero su gente  merece ser gobernada por alguien que tenga capacidad de hacerlo. En esta ocasión las limitaciones intelectuales de varios candidatos priistas ha salido a flote, por su parte algunos candidatos de la izquierda tienen  muy buenas propuestas, los casos de los ex procuradores  José Luís Uriostegui y Francisco Coronato, son   ejemplo de ello.

Seguramente el debate de los candidatos chilangos acaparará la atención de las columnas de opinión, pero como dijo mi abuelo, aquí también hace aire.

Colofón

En esta semana se cumplieron 50 años del asesinato del dirigente campesino Rubén Jaramillo. El Ejército y la entonces Policía Judicial del Estado en cumplimiento de las órdenes del entonces presidente López Mateos, acabaron brutalmente con la vida del líder agrario y de su familia. Por supuesto su nombre no aparece en la Historia oficial, pero en su momento representó la única forma de organización y defensa del campesinado del sur del Estado.