Rosario Robles dijo ser víctima del pacto patriarcal

La ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) Rosario Robles  víctima del pacto patriarcal, y del mismo régimen obradorista, como del acuerdo no escrito Peña Nieto- López Obrador, se declaró culpable del único delito que no puede negar: “su nombre y su género”, por eso la venganza y violencia política en su contra.

A un año y medio de estar encerrada, la exfuncionaria federal aún fijada en la postura de no aceptar ningún tipo de acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR), por las acusaciones en su contra por un supuesto ejercicio indebido del servicio público; sus abogados adelantaron que ella solamente presentará información contra Luis Videgaray Caso y de Emilio Zebadúa, quien fuera Oficial Mayor de la SEDESOL. Por consiguiente Peña Nieto y el ahora Senador Miguel Ángel Osorio Chong, siguen fuera del caso.

María del Rosario Robles Berlanga está en el penal de Santa Martha Acatitla, de la Ciudad de México, desde el pasado 13 de agosto de 2019, cuando un juez le otorgó medida cautelar de prisión preventiva justificada, y desde entonces no ha podido ver la luz del Sol a través de la ventana de su celda, esto contrario a otros con asuntos jurídicos pendientes como: Emilio Lozoya, Ovidio Guzmán e incluso el candidato a gobernador de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, un político protegido por el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador y Mario Delgado, dirigente nacional del partido Movimiento de Regeneración Nacional.

La autodenominada política mexicana feminista, insiste que su caso estiba en la violencia política de género, por eso no le sorprende que muchos de los del pasado “ahora” no digan una sola palabra, pues les conviene estar lejos del reflector, ya que como hombres se protegen entre ellos y como siempre se opta por criminalizar a las mujeres.

El próximo 26 de marzo Rosario Robles  tiene una audiencia intermedia, y es mucho más probable que Félix Salgado, como abanderado de Morena y en franca muestra del machismo violador gane la elección, a que ella salga libre y enfrente a su ex amigo López Obrador.

Por cierto, en Tampico hay políticas que se abanderan de ser protectoras de las mujeres, pero a la hora de elegir entre su hambre represora o ver por la dignidad femenina, eligen lo más fácil, vender sus ideales. Por cierto, ¿será que Sergio Luis Villarreal Brictson, ex titular de SEDATU en Tamaulipas, sepa algo de las acusaciones y trampas que le quieren refutar?, y es que su principal operador político Julio Gámez, después de comer de la mano del alcalde panista Chucho Nader, ya anda promoviendo el voto por Morena ¿hambre, convicción o adoctrinamiento?

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