“Si no desarrollas una cultura democrática constante y viva, capaz de implicar a los candidatos, ellos no van a hacer las cosas por las que los votaste. Apretar un botón y luego marcharse a casita no va a cambiar las cosas”

Noam Chomsky

Desde la ciudad de México se impuso a un precandidato de Morena en Michoacán. Mario Delgado se negó a dar más detalles; su argumento finalmente— manifestó públicamente pocos argumentos referentes “a que el pueblo es el que decide”. Pero, ¿encarar el asunto así nada más? Eso simplemente ofrece el resumen que, en términos apocados, cumple con el requisito protocolario para dar salida a los nombramientos, no obstante dejó abierta la franja de la ilegalidad y la legitimidad de una supuesta encuesta que solo habla de una red de intereses generosos hacia algunos beneficiados.

No hablo en general. Hay nombramientos bien merecidos que, durante una fase, se ganaron a pulso su aspiración de manera oficial. De acuerdo con los datos, Layda Sansores ganó; también David Monreal, Miguel Ángel Navarro, Alfonso Durazo, Clara Luz y Víctor Manuel Castro Cosío. Pero, ¿Michoacán con Raúl Morón? Eso evidentemente fue una imposición muy generosa; imperó la voluntad de otras fuerzas y ganó el influyentismo. Aunque Mario Delgado diga lo contrario, se brincaron el sustento de más de 42 encuestas que ratificaron el triunfo inexorable de Cristóbal Arias Solís.

Es curioso, pero con un cinismo inmenso se trató de un albazo. No hay otro término, ni una concepción que encaje en una existencia inocultable; se frenó la democracia y se postró la voluntad anticipada que anunció una realidad que desnudó que, en la dirigencia nacional de Morena, impera el contubernio y la conspiración que amenaza la transparencia de un partido que nació precisamente para erradicar los vicios del viejo régimen autoritario.

Pero las decisiones están tomadas, y para entender la dimensión de la grieta que ocasionó Mario Delgado en Morena, basta con observar el malestar y agravio que hoy padece la militancia de Morena; asimismo, los simpatizantes y seguidores que en el fondo todavía no pueden concebir una realidad atípica con una sensación de derrota anticipada por el saldo que arrojó las resoluciones cuestionables de Mario Delgado desde la sede oficial.

¿Qué viene para Morena en Michoacán?

Evidentemente el efecto que produjo este malestar, rebasa una posible operación cicatriz. Cristóbal Arias no acepta el resultado y está en todo su derecho puesto que fue inverosímil. En cuanto a la unidad que opera el grupo del ganador, se basa más en una estrategia de comunicación para socavar el la grieta que se originó para favorecer al presidente municipal de Morelia. Es cierto, los diputados estatales y federales en su mayoría dieron el respaldo, sin embargo, no tienen de otra opción porque muchos más allá de verse sorprendidos buscan una reelección o un espacio en sus distritos para contender en las próximas elecciones.

Pero el pueblo que es la verdadera base, da señales francas de polarización. Esa realidad puede entenderse desde otra perspectiva; el impacto fue tan duro, que la columna vertebral territorial de Cristóbal se mantuvo firme en su postura; justamente eso puede marcar la pauta porque las cifras que se divulgaron a partir de hace 14 meses mostraron que, entre la población abierta y la militancia de Morena, el Senador Arias Solís arrasó a todos su contrincantes. Ese respaldo tiene como consecuencia una fractura en una estructura incipiente que se movió más por el efecto del presidente López Obrador. Eso sostiene un pronóstico anticipado que aterrizará en una división; el malestar es tan grande que están dispuestos a seguir manifestando su apoyo al Senador Cristóbal.

Eso es preocupante para Mario Delgado. Puso en riesgo el triunfo de Morena en Michoacán; una victoria que tenía asegurada de forma abrumadora con su mejor carta que era Cristóbal Arias. Ahora, el saldo dejó en el camino la esperanza de conquistar Michoacán con una nueva transición; la versión del mejor Cristóbal está por verse.

Si alguien es precisamente aguerrido y tenaz es Cristóbal Arias. Su figura es muy atractiva

Por ello, justamente es inevitable la ruptura de Morena en Michoacán. Y más, porque se empezaron a jugar las cartas y a mover las piezas; habrá alianzas que tejan un posible bloque a fin de ganarle al presidente municipal que está abierta y no se ha descartado. Arias Solís es muy hábil para alcanzar consensos y acuerdos; tiene madurez y experiencia; sabe que esta es una oportunidad inmejorable.

A Morena en Michoacán lo sostenían simpatizantes y seguidores. Pero, debido a la imposición, la estabilidad de las estructuras se flaquearon; el sostenimiento entonces es endeble; disminuyó con un perfil poco competitivo. A pesar de la intentona fallida de convencer a miles de militantes, la sacudida dejó un retrato donde no habrá reconciliación.

La imprudencia pudo más en la aspiración inmerecida. Habla mal de la dirigencia que encabeza, Mario Delgado. En fin, viene lo interesante de la contienda; arrancará una fase previa de precampañas con una base de militantes y seguidores de Morena ampliamente dividida.

Notas finales

Necesitamos insistir en la promoción a la lectura. Recordé una visita al municipio de Apatzingán: cuna de la constitución de 1814; allí, el mismo Paco Ignacio Taibo II, recibió la invitación del edil municipal, José Luis Cruz Lucatero para fortalecer los trabajos de fomento a la cultura. Fue un éxito; los jóvenes se motivaron con la figura que representa el escritor y periodista. Se marcó una de las gestiones más sobresalientes a través del Fondo de Cultura Económica; ahora, en tiempos de pandemia, la clave de esa registro potencializa y canaliza lo que cosechó el munícipe de la tierra caliente. Soy un amante de las buenas obras y siempre voy a resaltar las acciones en beneficio de la población.