Esto va más allá de un juego de palabras. Leo nuevamente el documento del Modelo Educativo (SEP, 2017), con la intención de revisar con calma y más detenimiento a qué se refiere la autoridad educativa federal, cuando utiliza el siguiente subtítulo para enmarcar el texto: “Educación para la libertad y la creatividad”.

La inquietud  surge por el hecho de saber cuáles son las razones del lenguaje seleccionado, así como identificar las ideas principales contenidas en el Modelo Educativo en cuestión. ¿Por qué se eligió darle ese subtítulo al planteamiento pedagógico de la actual Reforma Educativa? ¿Qué mensajes están implícitos al usar términos tan amplios y polisémicos como “libertad” y “creatividad”? ¿De qué tipo de “libertad” o “libertades” nos habla el documento oficial? ¿Qué noción de “creatividad” está implícita en la propuesta curricular?

En el cuerpo del documento mencionado, aparece once veces la palabra “libertad”, pero no están organizadas de  manera unificada, sino dispersa, con significados diferentes. Encontré cuatro acepciones al menos: 1) Para referirse a las libertades de las personas, en el marco de uno de los pilares educativos de Delors: “Aprender a ser” (p. 60); también al ejercicio de las libertades ciudadanas y a la “libertad” en el contexto de la tradición humanista europea; 2) Para asociarlo al concepto de “Autonomía curricular”, que por lo demás es relativa, es decir, una “libertad” o autonomía normada,  que está acotada, para seleccionar contenidos de aprendizaje; es limitada pues solamente entre el 5 y el 10 por ciento de las horas curriculares, en la práctica, podrán ser abordadas a través de propuestas “autónomas” (p. 68); 3) Para definir una cuestión metodológica y más específicamente del orden de las didácticas, orientadas al sujeto que aprende: “el estudiante es libre de elegir temas o proyectos…” (p. 20); y  4) El término “libertad” también hace alusión, en el Modelo Educativo, a la noción de respeto a la libertad y “autonomía del docente” en el contexto de las prácticas de acompañamiento y fomento a la profesionalización (p. 67).

 En efecto, todo mundo habla de “libertad”, pero los significados cambian. ¿Libertad de quién o de quiénes, con respecto a qué, en qué sentido histórico, político, cultural o social?

 Conclusión: No existe en el cuerpo discursivo del Modelo Educativo una línea coherente de ideas en torno al concepto de “libertad”.

Por su parte, la palabra “creatividad” se escribió 16 veces, en un documento que contiene 80-81 páginas (consulté la versión en Word que se descarga del DOF). Los significados que encontré para este término son cinco: 1) Creatividad como habilidad del estudiante (saber hacer) dentro de uno de los rasgos del perfil de egreso (p. 11);  2) Como rasgo a desarrollar por parte del estudiante, en el ámbito de la “apreciación y expresión artísticas” (p. 14);  3) Como característica del docente para que “construya interacciones educativas significativas…” y esté abierto a la innovación metodológica (p. 16);  4)  Como característica intrínseca de los nuevos métodos de enseñanza, esto es, para promover el aprendizaje basado en preguntas, problemas y desarrollo de proyectos, (p. 20); y 5) Como atributo de un modelo curricular abierto, contrario al “cerrado” que existía antes.

Con respecto a este último punto, lo que no dice el documento del Modelo Educativo de la SEP, es que hoy seguimos padeciendo un currículo centralizado, único y obligatorio a nivel nacional; lamentablemente así lo marca la ley, al menos en la Educación Básica. Y esos, obviamente, no son los casos de los modelos educativos de otras naciones, cuya característica principal es la descentralización curricular.

Conclusión: No existe en el cuerpo discursivo del Modelo Educativo una línea coherente de ideas en torno al concepto de “creatividad”. Más bien se trata de muchas nociones de creatividad, aplicadas a distintos contextos o situaciones.

El subtítulo que presenta el Modelo Educativo: “Educación para la libertad y la creatividad” no representa un esquema coherente y estructurado de ideas; por consiguiente, es un subtítulo que le quedó grande, no corresponde o no es representativo de lo contenido en el documento analizado. Si esto no es así, entonces ¿cuál es la intención de presentar muchos significados para ambos términos, además de situarlos en distintos contextos? ¿Hay un mensaje político o ideológico en el fondo del subtítulo? No lo sé. Eso tendrán que contestarlo los especialistas y asesores técnicos responsables de la redacción final del documento, y el propio Mtro. Nuño como responsable de la SEP durante los dos últimos años de esta administración.

En fin, la revisión o no del subtítulo dependerá del margen de “libertad y creatividad” que tengan sus autores con respecto al poder o al grado de movilidad de sus compromisos políticos.

Para los que piensan que sólo criticamos el Modelo Educativo y no proponemos nada, sugiero los siguientes subtítulos alternativos: ”Educar para la autonomía y la innovación”; “Educar para el cambio y la solidaridad”; “Educar para la equidad y la vida democrática” o “Educar para el futuro y la razón”… Todos estos subtítulos podrían ser modulares o intercambiables, pues al ser sus conceptos tan generales y ambiguos como sucede con el subtítulo oficial, éstos no presentarían dificultad y podrían ser quizá más representativos y coherentes con las ideas que están integradas en el cuerpo del documento. Más allá de un juego de palabras.

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