Ésta es una conversación con uno de los pioneros de la enseñanza e investigación de la Psicología en México, el doctor Emilio Ribes, quien es también uno de los líderes académicos del movimiento “conductista” en nuestro país, tal como lo mencionamos el pasado 26 septiembre, cuando dimos a conocer la primera parte de esta entrevista. 

Emilio es autor y coordinador de 24 libros científicos sobre diferentes problemas de la Psicología, así como de más de 300 publicaciones tanto del ámbito científico como de la docencia y la divulgación de la Psicología, en los planos nacional e internacional. 

A raíz de la lectura de sus “Remembranzas y reflexiones autobiográficas” (1), texto que contiene algunos pasajes de su historia personal, y que marcan la trayectoria  histórica de la enseñanza e investigación de la Psicología en México, concerté una entrevista con Emilio Ribes Iñesta hace tres semanas. Ésta es la segunda entrega de la conversación.

II

-¿En qué momento y cómo se inicia el movimiento conductista en México?

- “…Primero, junto con algunos compañeros del grupo y otros más interesados en la psicología experimental, formamos un seminario autoformativo basado en el recién traducido libro de E. Hilgard: Teorías del Aprendizaje. Fue nuestro primer contacto con la teoría del condicionamiento y con las complejas de teorías de Hull y Spence, entre otros. Segundo, me incorporé a un proyecto de investigación transcultural sobre formación de conceptos en niños, coordinado por Riley Gardner, de la Fundación Menninger en Kansas. Mi primer contacto con la investigación fue colaborando en el experimento de tesis recepcional de Serafín Mercado. Nos trasladamos por varios días a Guadalajara en 1962, y aplicamos la prueba de Clasificación de Objetos de Goldstein, modificada por Riley Gardner. Dicho estudio formaba parte de un intento de obtener evidencia experimental, a partir del concepto de control cognoscitivo desarrollado por George Klein, respecto de lo que Rapaport y otros denominaron la “esfera libre de conflicto del Yo”. Se planteaba la posibilidad de integrar la teoría psicoanalítica del Yo, los estudios sobre control cognoscitivo, y los avances recientes sobre el funcionamiento del sistema nervioso central y la teoría del aprendizaje. Participar en dicho proyecto, estimuló mi interés por la teorización psicológica y, como consecuencia, realicé mi tesis recepcional, supervisado por Riley Gardner, sobre el problema de la atención selectiva en el control cognoscitivo.” (2)

-“…Los miembros del Grupo Xalapa, como se nos conoció, nos habíamos convertido en los psicólogos mejor informados sobre cada uno de nuestros campos de especialización. Fue el momento de consolidar dicha formación cursando posgrados en el extranjero y, en mi caso, opté por estudiar con D.E. Berlyne, en la Universidad de Toronto. Berlyne era una figura particularmente atractiva porque conjugaba el conocimiento de la teoría del aprendizaje (incluyendo a Mowrer), con una erudición sorprendente sobre la psicología soviética, la neurofisiología moderna y su interés por la conducta epistémica y la integración de las aportaciones de Piaget.” (3)

-Han pasado muchos años de esos trabajos pioneros ¿aún consideras que la Psicología no es una profesión?

-Llevo casi 40 años diciendo eso, lo que pasa es que casi nadie me hace caso. Eso lo dije por primera vez en 1980. De hecho el plan de estudios de la licenciatura (en Psicología) en Iztacala (UNAM) está formulado sobre esa base. Es decir, de que la Psicología es una disciplina científica y no una profesión… no puede ser dos cosas a la vez: O es disciplina científica o es profesión… Las dos cosas no pueden ser… ¿No pueden ser por qué? Porque persiguen objetivos distintos y se basan en criterios de conocimiento distintos. Las ciencias empíricas, -y no hablo de las ciencias formales (como la Matemática, la Lógica, la Cibernética), cuyo criterio es la demostración y están basadas sobre objetos puramente convencionales, pero no tratan con la realidad empírica… Estas pueden ser usadas para representar la realidad empírica, pero no tratan con la realidad empírica… -son “juegos” complejos, en el mejor sentido de la palabra-. Las ciencias empíricas, en cambio, tienen que ver con el mundo cotidiano, con nuestras prácticas cotidianas, como seres sociales, (donde se analiza) cómo nos relacionamos con el mundo y entre nosotros. Ese es el origen de las ciencias empíricas. Cada ciencia empírica corta un segmento de la realidad que vivimos, que se supone que tiene ciertas propiedades funcionales distintas a los otros. Y se van estableciendo de esta manera distintas ciencias. Pero todas tienen que ver con ese mundo de la práctica compartida. Todas surgen del lenguaje ordinario. El fundamento de las ciencias empíricas es el mundo tal como hablamos y practicamos acerca de él. No hay otro mundo. 

Han surgido así, históricamente, las ciencias empíricas, que a veces se unen y a veces se separan… Ahí está la Física, la Química, la Biología (que hoy es Bioecología; ya no es el individuo sino el hábitat lo que les interesa; lo que estudia el biólogo es la evolución del hábitat y dentro de éste, las especies)… La ciencia histórica social, en la que están articulados la Historia, la Economía, la Politología, la Sociología y el Derecho,  porque es la ciencia de las formaciones sociales, que también cambian… Karl Marx se encargó de demostrar, -y esa fue su gran contribución-, que las ciencias sociales están siempre entrelazadas o articuladas… A ello también contribuyó Max Weber… La Lingüística también es una ciencia empírica, que justamente trata sobre lo que nos hace humanos: el lenguaje… Y luego está la Psicología, que es la única disciplina –ese es el punto, ese es el problema de fondo-, que no tiene sustancia ostensiva en la realidad, no hay entidad… Los físicos señalan “los cuerpos” (como entidad); los químicos te hablan de las sustancias como combinaciones de elementos; los biólogos te pueden demostrar todo tipo de entidades vivas; los científicos sociales te pueden mostrar las distintas formaciones sociales en acto o sus vestigios, puedes ver las ciudades antiguas, en fin… Los únicos que no podemos señalar lo psicológico, somos los psicólogos… No hay entidad… Y es que “lo psicológico” es una relación entre entidades… Es la única ciencia que trata de relaciones funcionales entre entidades y la relación funcional es lo psicológico… ¿Cómo abordaron históricamente esto los psicólogos? Inventando “la mente”… “La mente” fue la solución para dotar de sustancia a “lo psicológico”. Fue darle una entidad a “lo psicológico”… Pero cuando se trata de identificar a lo psicológico como sustancia o entidad, comienzan los problemas. Cuando la gente dice: ¿Dónde están los problemas “de la mente”?... “Es difícil identificar una entidad que no tiene espacio, empíricamente”… ¡¡¡Ah bueno, el espacio está dado por el cerebro  y por consiguiente la mente está en el cerebro y es su función!!! Entonces hay toda esa reducción… Así, todo mundo dice: “la mente es la función superior del cerebro”, seas biologicista o no lo seas… ¡¡¡Eso es un absurdo!!! … Ahí hay entonces un serio problema de definición del objeto de estudio, y que explica la condición de la Psicología, históricamente. 

Lo que hacen las ciencias empíricas es abstraerse de la práctica compartida social, del lenguaje ordinario, es decir, del sentido común. El sentido común es todo aquello que compartimos que tiene sentido en términos de nuestra práctica frente al mundo. La ciencia misma no puede contradecir al sentido común. Puede ir más allá de él, pero no contradecirlo.  No es un  problema de racionalidad frente no racionalidad o irracionalidad como lo han planteado equívocamente los filósofos… La ciencia se abstrae las cosas concretas (la Física no estudia pelotas particulares) y busca propiedades compartidas por objetos, fenómenos y acontecimientos, propiedades que son “transversales” a lo que ocurre en el mundo de la experiencia ordinaria; y esa abstracción, analítica, de las propiedades compartidas es lo que llamamos “el objeto de estudio de las ciencias” (como estudiar “el estado de la materia”, “los procesos metabólicos”, por ejemplo)… Las abstracciones no son inventos, son segmentaciones analíticas de lo existente… Quiere decir que te apartas de lo concreto para identificar cosas que unen a los distintos concretos, pero que en la práctica ordinaria no son relevantes, no son pertinentes.

Las profesiones, en cambio, tienen que ver con la “interdisciplina”… ¿Qué es la interdisciplina? Es cuando distintos tipos de conocimientos (disciplinas científicas, tecnológicas, las prácticas ordinarias, las artesanías, las técnicas no formales, etc.), confluyen para resolver un conjunto de problemas sociales… La salud es un campo interdisciplinario; la educación es un campo interdisciplinario… el urbanismo, es otro; la ecología como conservación del medio ambiente urbano y natural, es un campo similar… La Pedagogía, por otra parte, es una forma de justificar ciertos supuestos sobre un campo interdisciplinario, que es la educación… La Pedagogía es la forma ideologizada de la interdisciplina llamada “educación”. La Pedagogía no es una ciencia… La administración es una interdisciplina… Ahí, en las interdisciplinas, lo que determina qué se hace es el campo de problemas sociales… No lo hace ninguna de las disciplinas en particular. Y cada disciplina, científica o tecnológica, cuando se acerca a un campo de problemas sociales interviene e intersecta una con otra, en términos de lo que puede aportar o en qué contribuir a resolver dichos problemas sociales. 

Por lo tanto, la Psicología tiene sentido en el ámbito de la aplicación del conocimiento en el campo de distintas interdisciplinas (como en la educación, la ecología o en la salud), pero la Psicología no es una interdisciplina. No hay problemas “psicológicos”. ¡¡¡Eso no existe!!!… Lo que llamamos “problemas psicológicos” se han inventado como problemas de la “salud mental”, aunque en lo relativo al comportamiento no tiene sentido hablar de “salud”, y obviamente mucho muchos menos en referencia a una entidad ficticia como lo “mental”, pero bueno, eso dicen… Los problemas que la gente refiere como “psicológicos” son en realidad problemas interpersonales… Son problemas entre las personas, y los problemas entre personas son problemas morales. Ahí no hay ninguna profesión que resuelva. Los únicos que pueden resolver los problemas que existen entre las personas, son las mismas que enfrentan los problemas.

Fuentes:

(1) Emilio Ribes. “Remembranzas y reflexiones autobiográficas”. (2010) Revista de Historia de la Psicología. Vol. 31, núm. 1, (31-50) 

(2) Misma obra, p. 35

(3) Misma obra, pp. 38-39

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