-El que con lobos anda, a aullar se enseña- Así dice el viejo refrán con el que padres, madres y abuelas esperaban ahuyentar a las malas amistades de sus hijos.     

Es cierto que en ningún momento le han probado de manera contundente algún tipo de enriquecimiento, negocio ilícito o estilo de vida ostentoso a AMLO. 

Hace un par de días platicaba con Lilly Téllez al respecto y ella sostenía que sin duda, Eva Cadena cometió algo terrible que debe ser investigado y sancionado, como cualquier otro acto de corrupción, pero que en todos los años en los que Andrés ha buscado la presidencia, nadie ha logrado encontrarle alguna casa blanca.

Lilly tenía razón. Tras tener en los talones toda la maquinaria de Estado persiguiéndole, investigándole y tanteándole, AMLO se mantiene casi limpio, pero no por eso menos culpable que la red de colaboradores suyos a los que las manos se les ha manchado por su causa. 

Lilly es una periodista  seria, sin favoritismos para algún partido ni político. -A Obrador se le puede acusar de muchas cosas, menos de ratero-, me decía. Escéptica, pensé en que no podía ser casualidad que tantos fieles morenos cayeran en esas trampas de la mafia del poder, pero el común denominador de sus actos es AMLO. Lo único que los liga entre sí, es MORENA. 

Hay dos posibilidades que encuentro para relacionar a todos los caídos en las pérfidas trampas: Andrés Manuel es el autor intelectual de estos fiascos por confiar en los que le mandan dinero y enviar a sus operadores a recibirlo o las amistades con las que se rodea Obrador son malas y sigue repitiendo la misma fórmula de fracaso que atrae a gente corrupta. Hay culpa tanto por acción como por omisión.

En el primer hipotético, hablamos de un Andrés Manuel que no se enriquece de los adinerados, no compra casas o lujos escandalosos y no se mancha las manos directamente con el dinero que recibe. En vez de gastarlo en él  mismo -como lo hacen la mayoría de los políticos en cuanto lo tienen- decide invertirlo en sus estructuras. 

Digamos que en vez de ser un ladrón común y corriente se convierte en una especie de Robin Hood mexicano que acepta recursos de dudosa procedencia, pero que los destina a hacer crecer su movimiento y a generar inestabilidad política con movilizaciones para la oposición,  la giras, marchas, plantones, movimientos y mítines  por todo el país no se pagan solos. 

Desafortunadamente para esta cara de MORENA, invertir dinero en vender esperanza no le quita lo manchado ni lo dudoso de su origen.

En el segundo hipotético, el que coloca a Obrador como un inocente que es víctima de los terribles actos de la gente que lo rodea, tanto de los que están en su partido como de los que gobiernan que le ponen trampas de esa calaña, sólo se puede sugerir que Andrés es un ingenuo, un tontuelo que no aprende a andar solo en la calle, pero también que es un mal líder que no puede hacerse responsable de los actos de su gente. Y no porque él los haya cometido, sino porque tropezar tantas veces con la misma piedra es algo ridículo para alguien de su talla.  

Obrador ha mostrado que le encanta la compasión y la auto-compasión. Su respuesta ante Eva Cadena fue vergonzosa: justificó el escándalo en una trampa, como si aceptar donaciones de esa cantidad y en efectivo fuese algo correcto o legal. Se victimizo. No pidió ningún castigo para la diputada veracruzana.

Lo mismo le pasó con Delfina Gómez. A la candidata la acusaron de retener las nóminas de los trabajadores de Texcoco para invertirlos en su partido -práctica que él mismo ejecutó durante su mandato al frente del GDF-, ella aceptó los hechos  y Andrés Manuel brilló por su silencio. El partido no responde por los actos de la gente a la que postula.

Una de dos: o Andrés  Manuel es el autor intelectual de crímenes perfectos -y no tan perfectos-, o Andrés Manuel es la mejor víctima, el peor de los ingenuos, el más  inexperto de todos los inexpertos y no es capaz de controlar la calidad de la gente de la que se rodea. Tampoco de exigir o dar un castigo para ellos.

La pregunta es: ante tanta ingenuidad del caudillo de MORENA ¿las manos de sus candidatos estarán atadas o pensará llenar el país de Monreales, Evas, Bejaranos y Avelinos? que no tienen tanta diferencia con los Duartes, Yarringtons o Moreiras, al final de cuentas, ellos así comenzaron. ¿O es que debemos alistarnos para el señor Perversidad?

Tristemente para los mexicanos, al despertar de la esperanza, el monstruo seguía ahí. La corrupción no se pinta de un solo color.