Tamaulipas y Cabeza de Vaca en el ojo del huracán

A comienzos del 2020, el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, vivía en un mundo de color azul pastel. Gozaba de la plenitud de todo su poder, en un estado en donde la voz cantante era la suya. Tal y como en los mejores tiempos de Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, el control político y social de la entidad, estaban a merced de lo que se decidiera desde el palacio de gobierno estatal.

Durante sus primeros años como gobernador, Cabeza de Vaca empezó primero a perseguir y amedrentar a sus opositores priistas, para después, dar paso a un barrido dentro del mismo panismo tamaulipeco; en donde había algunos grupos contrarios a él, que consideraba como una amenaza a futuro en sus planes por perpetuarse en el poder por medio de su familia.

La Alianza Federalista

Ahí están los casos de Carlos Canturosas, Maki Ortiz o Leticia Salazar, los primeros tuvieron que cambiar de partido ante el bloqueo y acoso de los cabecistas, y la última, prácticamente desaparecida del entorno político actual, y que en su momento fue señalada por actos de corrupción y asociación delictuosa. Los tres, habían competido con Cabeza de Vaca la candidatura del PAN a la gubernatura.

Ante la llegada de López Obrador y de Morena a la presidencia de la República, tanto él como otros mandatarios estatales, quisieron conformar un bloque opositor que les diera fuerza y cierta protección para que pudieran seguir siendo intocables, impunes, virreyes de su propio terruño. Así nació la Alianza Federalista de la cuál Cabeza de Vaca formó parte, y con la cuál, se sintió seguro, sobrado, pleno, y con el control absoluto de Tamaulipas y su gente.

Nada se movía en aquella entidad norteña, nadie hacía nada, sin que el gobernador lo supiera o aprobara. Vivía en un mundo de fantasía, donde él, estaba por encima de todo y de todos.

La fama de Cabeza de Vaca

Pero apenas hace unos meses, el mundo se le puso de cabeza, cuando desde el gobierno federal, comenzaron a darle seguimiento a las denuncias en su contra. Corrupción, lavado de dinero, operaciones con recursos de procedencia ilícita, enriquecimiento ilícito, son algunas de las acusaciones que por años, han perseguido al aún gobernador tamaulipeco, que siempre ha tenido fama de ser toda una ficha; pero que hasta comienzos del 2021, fue que se le abrió un proceso serio en su contra. Lo que ahora lo tiene a un paso no solo de terminar su mandato anticipadamente, sino también de terminar en la cárcel.

Uno a uno sus aliados se han empezado a abrir. Los gobernadores aliancistas prefirieron dejarse de reunir para no salir retratados con un presunto delincuente, tres de ellos, incluso declararon públicamente en su contra. De igual manera, sus antiguos rivales y perseguidos políticos han comenzado a reagruparse, como tiburones que huelen que la presa esta cerca, empiezan a rodear a Cabeza de Vaca y su entorno cercano, para devorarlos apenas toquen el agua.

El debate de si es o no atribución del Congreso Federal removerle su fuero es lo de menos, el gobierno federal va a ir por él, lo va a perseguir y si no es que ya huyó, lo va a encarcelar. Ya estando adentro, podrá presentar el recurso que el guste para que en un año o más, los tribunales resuelvan si correspondía o no quitarle su fuero y protección; para entonces, su periodo legal como mandatario ya habría concluido y su fuerza política se habría pulverizado.

El gran veredicto

El juicio mediático y social siempre se inclina por dar un veredicto culpable, más aún, cuando el acusado no puede esconder la fortuna que ha amasado, y ni sus correligionarios y seguidores se creen el cuento de que es una persona intachable; cuando a todas luces, no lo es y nunca lo ha sido.

Eso lo sabe Cabeza de Vaca y lo sabe su gente, por eso la andanada desesperada por tratar de mostrarse públicamente a través de diversos espacios informativos, como un hombre seguro y confiado. Cuando en realidad, está más consciente que nunca que al igual que a sus antecesores, le llegó la hora de rendir cuentas, y por eso es que ahora su mundo, se ha puesto de cabeza.