Suecia, cuna de Premio Nobel, apostó por la inmunidad de rebaño y según los resultados obtenidos hasta ahora, parece que no le ha funcionado.

El número mágico para que exista la inmunidad de rebaño es 40%. Para que exista este tipo de inmunidad el 40% de la población debería de haber estado contagiada, sobrevivir y desarrollar anticuerpos para que la teoría funcionara, al parecer no fue así.

Suecia, con la política de inmunidad, decidió mantener abiertos comercios, colegios y muchos otros lugares abiertos. No había obligación de trabajo remoto, los bares y cafeterías abiertos. Si había eventos sociales y culturales siempre y cuando se reunieran menos de 50 personas.

Siguiendo el consejo de principal asesor político del gobierno sueco, Anders Tegnell, pensó que buscando la inmunidad de rebaño se iba a lograr poner al pueblo a salvo. Al parecer el cálculo no fue el correcto.

El cálculo de Tegnell era que el 40% de los habitantes de Estocolmo debería de tener inmunidad al haberse contagiado y sobrevivido, al parecer no fue así. Según una nota publicada por el portal español ElDiario.es, ni el país con más contagios ha llegado a alcanzar el umbral de 40%.

Continúa la nota del portal español diciendo que para muchos epidemiólogos la inmunidad de rebaño se obtiene cuando se contagia y desarrolla anticuerpos al menos el 60% de la población.

El Doctor López-Gatell explicó en una de sus múltiples conferencias que él considera que la inmunidad de rebaño se lograría tiene al menos al 70% de la población con anticuerpos para el virus SARS-CoV-2.

"Si somos dos inmunes y una persona contagiada va e interactúa con otras, todavía puede contagiar, pero si somos cuatro, es menos probable que lo haga. Entre mayor cantidad de personas inmunes, menor probabilidad hay de que una persona contagiante infecte a los que restan", explicó López-Gatell

Volviendo con Suecia, Anders Tegnell tuvo la estrategia de la inmunidad de rebaño pensando a largo plazo. En una conferencia de prensa Tengnell declaró que “una vez que entras en un confinamiento, es difícil salir de él”.

El gran problema es que el precio de salir del confinamiento está pagándose con vidas. Suecia es el país con más contagios y muertes de los países escandinavos. Ahora hay más de 30 mil contagios y 3,698 muertes, cifras más elevadas que las que tienen Dinamarca, Noruega y Finlandia donde sí se aplicaron medidas de confinamiento.

El director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS advirtió que la idea de la inmunidad de rebaño es realmente peligrosa. Pensar en un número elevado de infecciones para alcanzar la inmunidad colectiva podría hacer pensar en políticas que no le dan importancia a la vida de las personas.

En España, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón dice “la inmunidad de rebaño implicaría que entre un 67 y 70 por ciento de la población se ha contagiado de la enfermedad en España durante estos meses y eso no ha sido así”.

“Las expectativas de control de la enfermedad mediante la inmunidad de grupo son bajas, aunque esperamos tener una transmisión del virus también baja de aquí a finales del año “, dijo Simón.

Fernando Simón espera que el control de la enfermedad se dé cuando llegue la vacuna. “Debemos esperar a la vacuna, que será el elemento que realmente permitirá un control del coronavirus y la generación de una inmunidad frente al mismo”.

Los especialistas de la Universidad John Hopkins también consideran el enfoque de la inmunidad de rebaño es un enfoque erróneo y peligroso.

Es bastante probable que la cifra de muertes que hay en Suecia fuera menor si se hubieran tomado en cuenta las medidas de confinamiento que han tomado los demás países europeos. ¿Cuántos de los más de 3,000 muertos se hubieran podido salvar? ¿Estará preparado el gobierno de Suecia para aceptar que se equivocó?

Mucha gente cree que la inmunidad de rebaño se dará cuando la gente salga a las calles, pero por lo que nos ha demostrado Suecia, es bastante complicado. Para programar salida a la calle, se necesitan pruebas exhaustivas de COVID-19 en la población para determinar los riesgos y las probables implicaciones de esta apertura.

¿Usted cree que en México estemos preparados para eso? Yo lo veo bastante complicado.