Hoy me levanté, abrí mi página de inicio de fb y encontré la siguiente imagen:
Esto contiene un dato falso, que cada cuatro años, febrero tiene un día más.
Está bien, la idea de que cada cuatro años hay un año bisiesto no es del todo incorrecta, sino incompleta.
A continuación escribo la regla de los años bisiestos.
1. Cada cuatro años hay un año bisiesto. Por ejemplo: 2012 y 2016.
2. Pero si el año es múltiplo de 100, entonces no aplica el punto 1 y no será bisiesto. Por ejemplo los años 2100 y 2200 no son bisiestos.
3. Pero, si el año es múltiplo de 400, entonces no se aplica el punto 2 y sí será bisiesto. Es por esto que el año 2000 sí fue bisiesto y también lo será el 2400.
Debido a esta regla, no vemos un año múltiplo de 4 que no sea bisiesto desde 1900 y no la veremos hasta el año 2100. O sea que para nuestra realidad, pensar que cada cuatro años es bisiesto es funcional durante los siguientes 83 años.
¿Por qué la regla del año bisiesto no es más simple?
Todo se desprende del hecho de que el movimiento de traslación de la tierra, o sea el tiempo en que tarda de dar una vuelta completa al sol, es de 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos; o sea tenemos más de cinco horas extra cada año.
Así que si no existiera el año bisiesto, cada cuatro años tendríamos un exceso de 20 horas, 192 minutos y 224 segundos, o sea, 23 horas, 15 minutos y 44 segundos. Es por esto que podemos redondearlo a 24 horas.
Esto implica que cada año bisiesto, aunque corrige el extra de cada año, nos deja una deuda de 44 minutos y 16 segundos. ¿Qué hacemos? Pues lo corregimos cada 100 años. Lo que nos deja un extra que corregiremos cada 400 años.
En conclusión, nuestro calendario no es exacto, pero no hay nada de qué alarmarnos ya que, para los intervalos que dura nuestra vida, estos detalles son casi imperceptibles.
@eliseofmx