Miembros activos del llamado Club Bilderberg que se consideran amos del mundo y que también son asiduos organizadores y participantes en el Foro Económico Mundial en Suiza, (organización privada internacional independiente para dirigir las agendas económicas regionales y globales) han condecorado a su lacayo fiel, obediente, servicial, Felipe Calderón, por un supuesto liderazgo como “estadista global” de modelo económico. Se le ve iluminado de orgullo por el reconocimiento…”luz de la calle oscuridad de la casa”.  Socialmente nocivo y artificial lo logrado en nuestra casa.

 

Ignoro si le toman el pelo si se divierten a su costa.  Pero no deja de ser una falta de respeto al pueblo mexicano tanto el premio a Calderón como el romance con Peña, cuando dentro del territorio hemos padecido las políticas depredadoras de sus gobiernos.

 

Allí no hay quien ignore la debacle que vive nuestra nación.  Sólo los amantes del riesgo, los aventurados vienen a negociar, a vivir a nuestro país convertido en lugar peligroso por ende inhóspito. Pero todos prestos, eso sí, cuando se trata de llevarse una tajada de él para sus arcas. Tan sedientos viven de materia prima, de mercados sugestionables y susceptibles a canjear oro por espejitos. 

 

El comportamiento que interesa es la obediencia, la sumisión, la apertura irrestricta. Inflan los  egos a los más condescendientes con sus propósitos, ensalzan y adulan a aquellos incondicionales, amarrados a la cooperación con sus causas. Caso de Zedillo, caso de Calderón, caso de Peña.

 

La agenda mexicana relevante de la reunión creyó portarla precisamente Enrique Peña, así como la pose de protagonista interesado.  Les brillan las pupilas a los bilderbergs cuando habla de PEMEX el mexiquense. Que conste que su asistencia al evento mega publicitado no es propaganda electoral… sino global.

 

Su agenda incluyó pláticas privadas con Bill Gates, con Jean Charest primer ministro de la provincia de Quebec Canadá, con Ricardo Martinelli presidente de Panamá, con Luis Alberto Moreno dirigente del banco interamericano de desarrollo, con el mismo Klaus Schwab fundador del FEM (quien había entregado su premio al michoacano cumplidor). También con Robert. B. Zoelick presidente del banco mundial, y con (ojo con este nombre y encuentro privado que sostuvo Enrique Peña Nieto) Yuri Fedotov encargado de “Drogas y Delitos” de la ONU.

 

Lo digo a colación porque resultó curioso este encuentro en la agenda  del candidato del PRI con este sujeto Yuri Fedotov de “Drogas y Delitos” de la ONU y la información que se coló ayer, de que se habían hallado 18 kilos de cocaína dentro del recinto de esta institución mundial con sede en Nueva York, envío que provino de México disfrazado entre libros.

 

La noticia dada en los medios fue súbitamente minimizada, prácticamente desaparecida, por lo que no se tiene noticia de los detalles del incaute de esta droga en uno de los edificios mejor resguardados del mundo y hasta este momento se mantiene el misterio.

 

Dirá usted que fue una casualidad, una coincidencia el envío justo al tiempo de dichas reuniones.

 

Yo diría que más bien fue una advertencia ¿de un cártel? No se sabe. Pero sí es advertencia para nosotros ciudadanos de la nación.

 

La condecoración de los bilderbergs para Calderón, condecora, valga la redundancia, el incremento de la aportación de riquezas naturales nacionales para el “bien global”.  Esto ha significado el atraso, la desgracia social para el pueblo mexicano, el empobrecimiento para la clase media y el enriquecimiento de algunos cuántos.

 

Cuidado México que  los amos del mundo pretenden seguir imponiendo línea. Amenazan con interceder para que las cosas permanezcan así, desequilibradas. Desean que continúe el clandestinaje de lucrar, de movilizar capitales legales e ilegales a su antojo.

 

Sólo unidos por un gobierno progresista  podremos recuperar el orgullo y el control de nuestra soberanía en sano equilibrio con el exterior. Sólo unidos podremos contra la presunta mano amiga,  que pronto se convierte en  corrupto puño opresor.