TeleCarmen 

Carmen Aristegui, brillante periodista, ha criticado el “teleshow” que, según ella, hicieron en Televisa sus colegas Carlos Loret de Mola y Denise Marker, también dos destacados profesionales del periodismo.

Teleshow, desde luego, relacionado con la estafa informativa de la inexistente niña Frida Sofía.

Resulta bastante curioso que Carmen critique lo que ella misma hizo: informar acerca de la imaginaria menor de edad supuestamente atrapada en los escombros de un colegio que cayó con el sismo.

Aquí el video en el que Carmen Aristegui, tan engañada como Denise Maerker y Carlos Loret, informa que la niña está viva, que se mueve y quién sabe cuántas otras cosas más que fueron, hoy lo sabemos, puro cuento.

Por cierto, a Carmen se le escucha conmovida como persona sensible que y, al mismo tiempo, entusiasmada por estar narrando un hecho tan extraordinario.

Una pena que ni las mejores personas, como la señora Aristegui, logren ver la viga que traen en el propio ojo cuando les da por cuestionar la paja que ven en el ojo ajeno.

Claudia

Por lo demás, aprovecho la ocasión para reconocer el trabajo de la delegada en Tlalpan, Claudia Sheinbaum.

Analizando, después del escándalo, numerosos videos que se hicieron sobre el falso drama de la ilusoria Frida Sofía, pude ver por ahí, varias veces, al lado de mandos de la Marina, siempre al pendiente de la gente necesitada de ayuda –pero siempre en silencio, discreta–, a la delegada Claudia Sheinbaum.

La señora Sheinbaum ha trabajado mejor que nadie. Hay pruebas de ello. Pero lo ha hecho fiel a lo mejor de su personalidad: con discreción.

Las personas de ciencia, y Claudia lo es, no son estridentes, menos aún en las situaciones críticas.

Me consta que Claudia Sheinbaum ha estado al pendiente de las labores de rescate desde el martes 19 de septiembre, poco después del sismo. Se ha concentrado en la escuela Rébsamen, que más allá de la estafa de Frida Sofía ha sido el lugar de la mayor tragedia en la Ciudad de México, por así decirlo.

Ahí murieron muchos niños y no puede haber algo más lamentable. Por esa razón, sin descansar, sin dormir, la señora Sheinbaum estuvo en el colegio destruido desde poco después del sismo del 19 de septiembre hasta las seis de la tarde del miércoles 20.

Ella, además, instaló un puesto de mando en la delegación para que, desde ahí, ingenieros y arquitectos de la dirección de Obras y de Protección Civil, apoyados por técnicos de empresas privadas, visitaran casas y edificios dañados para ofrecer ayuda y asesoría y, en el caso de construcciones con daños mayores, evacuar a la gente en orden y con seguridad.

El miércoles Claudia Sheinbaum, después de haber estado muchas horas en la escuela colapsada, se fue a las oficinas de la delegación a coordinar otras tareas de ayuda, lo que hizo hasta las 12 de la noche.

Al día siguiente, desde el amanecer, ella volvió a la escuela Rébsamen, permaneció hasta entrada la tarde; después de eso, siguió trabajando en otros lugares.

Hoy viernes volvió al colegio y ha seguido trabajando. Mis respetos para la señora Sheinbaum que ha cumplido con sus obligaciones sin caer en excesos de protagonismo político.

Antes de la tragedia, ella era precandidata a jefa de gobierno. Después de la tragedia, hizo a un lado la política para concentrarse en el apoyo a la gente.

No está el país para políticos en campaña, ella lo sabe y actúa en consecuencia. Cuando la crisis pase podrá seguir con sus anteriores actividades. Pero solo cuando la crisis pase.