Actualmente, la evaluación supone más que un número o una letra, pero debe echar mano de ciertos códigos para poder establecer parámetros y referencias susceptibles de mejorar para todos los actores del proceso.
Sin embargo, hay algunas consideraciones que deben ser discutidas con los alumnos, los padres de familia y las autoridades educativas
1.- Aprobar no significa aprehender
2.- Reprobar no implica que el alumno “no sabe”. En la mayoría de los casos, se entiende que éste no fue capaz de cumplir con los requisitos que exige la institución
3.- Aprender para la escuela, en términos de competencias como lo marca el actual Plan y Programa de Estudios de Educación Básica, no significa aprehender para la vida.
Escribo este artículo porque estoy triste e indignada y quiero además, compartir esta experiencia: Lo vi llorando afuera del auditorio y no pude evitar acercarme a consolarlo. Lo reconocí inmediatamente, estudia en el mismo colegio de mi hija y lo primero que noté es que no eran lágrimas de tristeza, sino de rabia.
- ¿Estás bien? - Le pregunté y al instante reconocí cuán tonta era mi pregunta
- Obvio no, señora – me dijo
- ¿Puedo ayudarte? – Insistí
- Nadie puede. La vida es un asco y los odio a todos – gritó
- Yo estoy de acuerdo contigo, pero ¿qué hacemos? Ya he tratado de todo y no se mueren, son como las cucarachas – le dije sin tener la menor idea de qué hablaba este chamaco meco que después de mirarme sorprendido, soltó una carcajadita
- ¿Usted también lo ha pensado? – preguntó
- ¡Pues claro! Pero tal vez no así igualito que tú, explícame tu idea- acto seguido, me miró y a pesar de que ya sabía que yo sólo estaba payaseando –pero muy dispuesta a escucharlo - se secó las lágrimas y me lo contó todo.
Básicamente, este chico estaba muy molesto por cuestiones que tienen que ver casi con todos los estudiantes actualmente. Aquí comento tres de sus quejas:
1- Es una gran injusticia que las medallas de conducta las reciban quienes tienen un montón de reportes pero son hijos de maestros, de padres ricos o de aquellos que a pesar de romper las reglas, son “guapos” o “bonitas” y por eso les pasan todo.
Comentario.- “Debajo de la camisa del uniforme, traes la de Alemania. Se nota que te gusta el fútbol ¿Tú entrarías a jugar este deporte con las reglas del tenis? No creo ¿verdad? Esto nos remite al punto uno que trata de conocer las reglas para saber cómo y cuándo romperlas. Lo dije con conocimiento de causa, porque si sigues mi consejo, eventualmente te darás cuenta que no hay mayor placer que ganar al enemigo en su casa, jugando de visitante y con las reglas del juego ¿entiendes?”
2.- Los dieces eran de “los lame-suelas”
Comentario.- “Es cierto. Como en la escuela, algunos dieces son de los “lame- suelas” y “afuera”, en la vida real, los mejores puestos son de aquellos que no tienen más mérito que el padrino, la madrina o la bajeza a toda prueba al servicio del jefe, pero ninguna situación es permanente. El brillo del genio no lo puede apagar la ignorancia del idiota por más indigno que éste sea. Eso es un hecho. Espera y verás :)”
3.- Odiaba la escuela porque a pesar de esforzarse mucho, los profesores preferían a “las niñas” que “no daban problemas”. Las clases eran sosas, aburridas y estresantes. Los proyectos no tenían mayor reto que terminar a tiempo y exponer…y así.
Comentario.- “Tú odias la escuela, algunos otros odian el trabajo o la oficina, pero esto es por que no han aprendido a jugar con las reglas, porque conocerlas no implica comprenderlas. A eso se llama “inteligencia emocional”. Mira qué cosa hacen bien ellos y qué te falta a ti. Modela lo mejor, aplícalo y luego si quieres, haz tus propias reglas. Suena fácil, pero no lo es. Ya lo verás :)”
Para cuando terminó nuestra plática, él ya había dejado de llorar y yo había perdido el glamour sentada en las escaleras del auditorio tratando de que no se me vieran los calzones, pero valió la pena.
Este chico, listo y sensible –mucho más que el promedio- sufre como muchos otros porque la vida no es justa. Nunca lo es, pero a veces alguien encuentra en esta afirmación –retórica, si se quiere- una bisagra para seguir adelante sin desfallecer ni auto-inmolarse en el intento y es que es importante aprender y aprehender.
¿Usted qué opina, estimado lector?