Una historia de alienación y soledad; la tecnología, las redes sociales y la salud mental.

Para los buenos periodistas, debe ser muy interesante analizar el caso de Michelle Carter, una adolescente de 17 años que en Estados Unidos la inculparon por el suicido de su novio.

Michelle, que lleva el apellido del 39vo presidente de su país que se curó milagrosamente de cáncer desde el 2015 ante la mirada de todo el Mundo.

Lea el artículo sobre: Un milagro llamado Jimmy Carter, publicado en SDPNoticias.

Carter y Conrad Roy se conocieron en unas vacaciones en Florida y luego siguieron su romance por medio de mensajes

Michelle Carter, era novia de Conrad Henri Roy III, con el que tenía una relación a más de 80 km de distancia y la mantenían por medio de mensajes de texto de sus teléfonos celulares, los cuales luego sirvieron para incriminarla, a pesar de lo inconcebible que resulta esto jurídicamente, y más porque Michelle estaba siendo tratada con antidepresivos tipo Prozac, los cuales generan impulsividad en las personas, y más, en los adolescentes.

Intentos de suicidio

Resulta que Conrad, el novio, ya había intentado suicidarse en 4 ocasiones, por lo que la 5ta y definitiva ocasión en el 2014, en la que participó Michelle diciéndole por teléfono que se suba a una camioneta que él preparó con una bomba de monóxido de carbono para tal efecto, también debió haber sido responsabilidad de los médicos que lo atendían y que no lo manejaron adecuadamente como un suicida en potencia, y por supuesto también, de sus propios padres, aunque estaban separados, por no haber atendido ese problema tan serio de Conrad adecuadamente, y no sólo de Michelle.

Lo que no se consideró en el caso de Michelle Carter

Y resulta también interesante de analizar que Michelle participaba en fundaciones en Estados Unidos que se dedican a conseguir fondos para tratar pacientes con cáncer, e, incluso, para encontrar una cura por medio de donativos que reciben, eso apareció en la serie de HBO sobre el caso en una de las fotografías que si autorizaron de Michelle mientras estaba en un stand de dichas fundaciones.

Ese trabajo altruista de conseguir donativos para fundaciones pro-cáncer debió haberse tomado en cuenta en el caso jurídico de Michelle Carter, ya que además del acoso que sufría por parte de sus compañeras de escuela (bullying), Michelle también tuvo que enfrentar la incertidumbre emocional de saber que ya existe una cura para el cáncer, con ácido cítrico, con la que se curó su presidente Jimmy Carter, y que a pesar de eso mueren diario miles de estadounidenses de este padecimiento incluyendo jóvenes conocidos, que se enteran por medio de esas fundaciones, lo que les genera esa incertidumbre emocional a los que trabajan ahí, y que a Michelle particularmente debió haberle afectado en demasía, generándole una gran depresión, necesidad de tomar antidepresivos, y por ende, ser así de catastrófica en los mensajes que le enviaba a Conrad con los cuales él decidió suicidarse entre muchos otros factores que le afectaban, y con los cuales la incriminaron injustificadamente a 15 meses de prisión sin tomar en cuenta todos éstos sucesos circunstanciales.

Al final, Michelle fue liberada antes de cumplir los 15 meses de sentencia, el 23 de Enero del 2020, por buena conducta, pero el suplicio jurídico por el qué pasó, es, repito, injusto.