Monclova, Coah.- A lo mejor la palabra no existe pero sé que mis tres lectores le van a agarrar la onda. Buitrear: Dícese del acto de merodear o sobrevolar a una presa moribunda con fines de echársela al plato y comérsela.
Les platico: Vine a esta ciudad al umbral de la zona carbonífera de Coahuila invitado por varios ejecutivos de Altos Hornos de México para mostrarme en forma encubierta y de primera mano lo que están haciendo con esta empresa los Ancira, sus todavía dueños, en perjuicio de más de 10,000 trabajadores, de unos 200 proveedores y de toda una ciudad.
El 28 de enero publiqué que Ternium quiere quedarse con esta acerera emblemática de Monclova y adelanté que muy seguramente Max Vedoya -el CEO de sus operaciones en México- va a tener que ir a Madrid a cerrar el trato con Alonso Ancira, para quedarse con este negocio que fue tasado originalmente en $1,500 millones de dólares.
¿Por qué a Madrid, si los cuarteles generales de Ternium y AHMSA están en Argentina y México? Porque Ancira está preso en España desde hace siete meses, acusado de vender fraudulentamente a Pemex la chatarra esa de “Agro Nitrogenados”, que le compró Emilio Lozoya -ex director de la petrolera estatal- y que también está en el bote en la península ibérica por el mismo delito.
Con esa fusión, Ternium dejaría de llamarse así para convertirse en Monopolium, porque ya nada más les faltará merendarse a DeAcero -de los Gutiérrez regios- porque ya tienen en sus intestinos lo que antes eran Hylsamex e IMSA, que fueron de los Garza Sada y los Canales Clariond, respectivamente, también de Monterrey.
Lo primero que vi en Monclova fue una ciudad casi fantasma, con un montonal de locales, oficinas, edificios y centros habitacionales vacíos.
Mis anfitriones en AHMSA aseguran que la actividad económica de ésta ciudad se seca velozmente porque los Ancira dejaron de pagar desde hace 17 años lo que les deben a más de 200 proveedores.
Lo hicieron después de declararse en quiebra mediante la modalidad jurídica denominada “default”, que no es otra cosa que una forma elegante de decir “bancarrota”.
En 2018, dos años después de salir de una de las quiebras más largas del mercado mexicano, los Ancira tuvieron la osadía de probar el apetito de los inversionistas y la complacencia del gobierno de Peña Nieto, al emitir un bono de $750 millones de dólares para refinanciar su deuda y sufragar gastos de capital.
Se prestó a éste enjuague la firma Jeffries Group, que fungió como suscriptor de esa venta, que pasó por alto la deuda que AHMSA tenía desde 1999 con sus proveedores.
El dinero que buscaban de los inversionistas frescos no sería utilizado para pagar esa deuda, sino para refinanciar la que tenían contraída con bancos internacionales.
La pretendida salida al mercado fue un fracaso y entre otras razones, eso originó la renuncia de Alonso Ancira como presidente del Consejo y director general de la empresa.
Luego vino el escándalo de la compra-venta de la empresa chatarra; Alonso huyó a España, lo detuvieron y está en espera de ser extraditado.
Y mientras eso sucede, AHMSA pierde cada día un millón y medio de dólares, según reportes financieros que mis anfitriones me mostraron, con la condición de no revelar sus nombres.
Cuando las cosas se pusieron al rojo vivo, más de 2,500 trabajadores de AHMSA se acogieron al retiro voluntario, pero no han recibido su liquidación desde hace un año y medio.
El sindicato de pacotilla que tiene la empresa -el llamado Minero Democrático, liderado por Ismael Leija Escalante, rival por cierto de Napoleón Gómez Urrutia- no defiende a sus agremiados, pues es un departamento más de la Gerencia de Recursos Humanos de la empresa.
Según documentos que me mostraron, AHMSA les debe a sus proveedores más de $7,000 millones de pesos de los de 1999, por lo que a esa cantidad habría que agregarles los intereses correspondientes.
También les debe a sus 2,500 trabajadores jubilados casi $400 millones de pesos.
A pesar de todo esto, AHMSA sigue gastando el flujo de su operación en contratos por más de $1,000 millones de pesos anuales a grandes empresas que le proveen carbón y otras materias primas.
De ese dinero, ni un solo peso les toca a los pequeños productores de la zona, porque son ignorados por la administración de la acerera, que prefiere trabajar con coyotes o brokers. Tampoco reciben sus jubilaciones los 2,500 retirados.
Todos estos gastos los pudo solventar AHMSA durante el 2019, gracias a que estuvo trabajando al 100% de su capacidad.
El dinero ingresado por las ventas se les fue en pagar esos contratos a las grandes empresas, las comisiones a los coyotes y servicios a favor de priistas como Manlio Fabio Beltrones y el ex secretario de Economía, Ildefonso Guajardo.
Los ejecutivos de AHMSA me mostraron comprobantes de pagos hechos por la empresa a prestadores de servicios de encuestas, mediciones de opinión pública y firmas dedicadas a la asesoría político-electoral, a favor de esos personajes y del ex diputado federal y ex titular del Infonavit, David Penchyna.
A lo mejor creyeron que nadie se iba a enterar de este mugrero porque le apostaron todo a que ganaría Meade. Incluso no les alcanzó para pagar todos esos servicios, porque vi una demanda presentada contra AHMSA en el 2018, por la consultora Pop Research, SA de CV, cuyo domicilio fiscal está en Huixquilucan, Estado de México.
A través de su apoderado legal -Miguel Montes de Oca Graue- la querella señala que de junio de 2014 a julio de 2018 proporcionaron el servicio de monitoreo en medios de comunicación y redes sociales de Ildefonso Guajardo -en su rol como Ministro de Economía- y el jale para Manlio Fabio fue dirigido específicamente para la Fundación Beatriz Beltrones.
Un servicio similar se hizo para Jorge Carlos Ramírez Marín, ex secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Los querellantes reclaman el pago de $131 millones 816 mil 410 pesos, más los intereses generados desde entonces, que son $35 millones 92 mil 600 pesos.
Vi un documento donde el apoderado legal de Pop Research dice haber hablado por teléfono con Alonso Ancira estando ya preso en España y que éste le “aclaró” que no les van a pagar esa lana porque el error fue de ellos al seguir dando el servicio a pesar de que no les estaban pagando.
Bueno, pues de todos éstos enredos seguro se enteraron los de Ternium, porque si yo tuve acceso a dicha información, los sabuesos de Max Vedoya con más razón.
¿Resultado? Los de Ternium están nadando de muertito y hacen como que la virgen les habla. Están demorando el amarre de la operación porque los $1,500 millones de dólares que le ofrecieron a los Ancira a principios de año, según mis fuentes internas de información, tal vez hoy apenas lleguen a la mitad, o a menos.
CAJÓN DE SASTRE
“Y mientras se buitrean a AHMSA, Monclova se muere despacito ante los ojos de la 4T, que nada hace para evitar el desmadre económico y legal que se cargan esos sinvergüenzas de los Ancira, vueltos ricos comprando barato dicha empresa y que después de ordeñarla para sus lujos familiares, hoy quieren venderla sin pagarles a sus ex trabajadores ni a sus proveedores”, dice la irreverente de mi Gaby, que estuvo en esa reunión dentro de esa empresa.
placido.garza@gmail.com
PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “SIP, Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Desarrolló la primera plataforma BigData de México, para procesar y analizar altísimos volúmenes de datos en segundos. Miembro de los Consejos de Administración de varias corporaciones transnacionales. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países, que es utilizada para tomar decisiones y convertirla en inteligencia. Escribe diariamente su columna “IRREVERENTE” para prensa y TV en más de 50 medios nacionales y extranjeros. Maestro en el Tecnológico de Monterrey, la U-ERRE y universidades de Estados Unidos. Como montañista, ha conquistado las cumbres más altas de América.