Las sesiones de cabildo en el puerto de Veracruz se han convertido en una batalla campal a raíz de las acusaciones que pesan sobre el regidor sexto, Sebastián Cano, a quien al menos 16 mujeres lo acusan de haber sido abusadas física, sexual y psicológicamente por él.

El problema no es menor.

Los señalamientos de estas mujeres han propiciado enfrentamientos entre los ediles de todos los partidos políticos y las sesiones que se deben realizar han sido suspendidas en al menos dos ocasiones, pues organizaciones feministas porteñas e incluso las mismas víctimas han irrumpido en el recinto para exigir la renuncia del regidor, perteneciente al partido Morena.

¿Quién es Sebastián Cano?

A Sebastián lo conocí en 2021, cuando se llevó a cabo la campaña para elegir presidente (a) municipal en el puerto de Veracruz.

Era un joven (al parecer) como cualquiera de su edad que estaba por obtener su título de licenciatura en la Universidad Veracruzana.

El actual regidor no había tenido participación en la esfera pública, pues, insisto, en el 2021 se encontraba terminando su tesis para obtener su título como licenciado en Ciencias de la Comunicación.

Pero hoy Sebastián Cano está en medio de uno de los mayores escándalos, por los cuales deberá responder ante la autoridad.

Las mujeres han señalado a su agresor en distintas ocasiones, algunas por abuso sexual y otras por acoso, lo que les ha ocasionado problemas académicos, psicológicos y de salud.

Esta reportera ha tenido comunicación con las víctimas, específicamente con cuatro, que son las que han denunciado ante la Fiscalía Especializada a Sebastián.

La historia comenzó cuando María Fernanda denunció a través de sus redes sociales que años atrás había mantenido una relación sentimental con el hoy acusado, viviendo dentro de la misma abuso sexual, psicológico y hasta económico por parte del actual regidor.

Fernanda exhibió los hechos hace tres años, en 2020, en su cuenta de Instagram, para advertir a las mujeres que el joven era un abusador e incluso dijo que a la fecha está bajo tratamiento psicológico y médico, ya que su agresor la insultaba, le decía gorda y esto le ocasionó serios problemas alimenticios, llegando a enfermar de bulimia.

Sin embargo, al no tener eco en su queja, pues en ese momento ninguna otra mujer se quejó del entonces aún estudiante universitario, desistió y decidió continuar con su vida.

Fue hasta el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que Fernanda le reclamó a Sebastián su “fingida” defensa de las mujeres, señalándolo como su agresor.

Al hacerlo, varias jóvenes decidieron denunciarlo públicamente.

Una de las víctimas con las que platiqué, dijo haber sido abusada sexualmente por Sebastián desde que él tenía 14 años y ella 13.

Otra más asegura que durante la preparatoria el regidor la acosaba y hacía burla de ella frente al grupo en la escuela y otra más asegura que en el teléfono móvil de Cano encontró fotos de mujeres desnudas con las que aseguraba haber tenido relaciones sexuales.

En lo que todas coinciden es que el joven regidor es narcisista y violento, que no respeta a las mujeres y que hace burla de las mismas tanto en su aspecto físico como en su desempeño sexual, pues según comentan “el no deja a ir viva a alguna mujer que le gusta”.

El problema que aquí se expone va en aumento.

Como mencioné al principio de estas líneas, las sesiones en cabildo han tenido que ser suspendidas, pues tanto las agraviadas como la regidora décimo tercera, Belem Palmeros Exsome, han manifestado su deseo de que el regidor sea separado de su cargo para seguir el proceso, y sea la autoridad quien determine su culpabilidad o inocencia.

Palmeros Exsome, además, insistió en la última sesión, que no iba a compartir el espacio “con un presunto violador” e invitó a todas las ediles a retirarse del recinto.

Por otro lado, tuve la oportunidad de entrevistar por separado a dos mujeres, cuya identidad pidieron se mantuviera en el anonimato. Una de ellas aseguró que todo es una “treta” del ayuntamiento de Veracruz para desprestigiar a Morena y que muchas de las mujeres que se presentaron en la sesión de cabildo y después clausuraron simbólicamente la regiduría sexta recibieron dinero para “armar show” e incluso acusó directamente al secretario de Gobernación de haberla querido “sobornar” para que se uniera.

De estos dichos, hay que decirlo, no presentó pruebas.

La otra mujer dice conocer a Sebastián desde hace años, ser su vecina en el Fraccionamiento El Coyol de Veracruz y aseguró que no sabe si es acosador o violador, pero “sí muy creído y grosero con las mujeres”.

Asegura, también sin mostrar pruebas de su testimonio, que “Sebastián tuvo un autoatentado para librarse de la justicia” porque siempre ha “sido mentiroso y fanfarrón. Lo conozco desde niño y sí, es grosero, no sé si violador pero sí grosero y esto lo inventó porque en esta zona no hubo ningún choque o atentado, mucho menos un levantón como él dice”, esto referente a la queja que puso el regidor en sus redes sociales respecto a que había sido perseguido en días pasados y que “lo iban a levantar”.

Cabe mencionar que también me di a la tarea de investigar si era verdad que Sebastián había estado en “resguardo de las autoridades” después de la agresión que dijo sufrir, pero no hay ningún documento que así lo constate, es decir, al momento de escribir estas líneas no sabemos qué autoridad lo auxilió ni dónde se supone pasó la noche protegido. Mucho menos hemos visto que ande con personal de seguridad derivado de la agresión que dijo sufrir.

El joven regidor, a lo largo de este asunto, no ha dicho nada, no se ha defendido y lo único que hizo fue mostrar en sus redes sociales un comunicado oficial para desligarse de las acusaciones y aseguró que una de las denunciantes quería “sacar provecho” de su persona,

He buscado a Sebastián vía telefónica y por mensajes de WhatsApp sin tener éxito. Al regidor lo he entrevistado en varias ocasiones, previo a esta situación y siempre ha respondido de buena y amable manera, pero en esta ocasión se ha negado.

Nos falta conocer su testimonio, aunque sabemos que tendrá que declarar cuando la autoridad se lo requiera.

Este lamentable episodio va más allá de las diferencias que existen entre partidos políticos, pues estamos hablando de mujeres que dicen haber sido violentadas y tener pruebas que han estado afectadas psicológica y físicamente, por lo que decir que alguien quiere “sacar raja política” es muy delicado.

Hay 16 mujeres que dicen haber sido agredidas en el pasado por Sebastián y que no denunciaron con anterioridad por temor a represalias o incluso por miedo a ser criticadas u ofendidas por familiares o amigos.

En su momento todas las pruebas se tendrán que desahogar y se procederá como se debe. Por supuesto, estaré atenta al desenlace.