México.- El cuatro de noviembre un comando armado arribó al ejido Gabino Vázquez del municipio de Cuatro Ciénegas, donde incendió más de 15 casas y destruyó con maquinaria pesada la Iglesia, el Centro de Salud y una escuela.

El gobernador Rubén Moreira informó a la Procuraduría General del Estado de Coahuila para que investigara los hechos.

Una fuente oficial de la Policía Federal consultada por Proceso, indica que los pistoleros fueron contratados por un empresario de Monclova que pretendía desalojar a los campesinos, quienes tuvieron que abandonar sus terrenos bajo amenaza de muerte.

El comando estaba integrado por 40 presuntos miembros de Los Zetas, quienes disparon con armas de grueso calibre y amenazaron a los campesinos, además de matar a los animales, robarles maquinaria, una bomba de agua y destruir la planta de luz.

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El gobernador coahuilense negó que el crimen organizado hubiese participado en la destrucción del ejido y atribuyó la violencia a una disputa civil:

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Señaló que la PGJE sigue un proceso de investigación, pero que la información es reservada hasta que se logre la aprehensión de los responsables, constata Vanguardia.

Moreira asegura que la no intervención del crimen organizado en los hechos, supone una buena noticia para la entidad, sin embargo, acusó la existencia de personas a las que agradan las malas noticias y las difunden "ocasionándole un daño enorme a nuestro estado", aseveró.

El diario Proceso equipara la destrucción del ejido a la quema de ranchos y casas en Allende, la región de Cinco Manantiales y Piedras Negras, donde sicarios de Los Zetas asesinaron y desaparecieron a más de 300 persona a principios de 2011.

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Con respecto a los hechos violentos registrados Saltillo por los disparos contra el edificio del Poder Judicial de la Federación, así como el ataque a balazos a un ciudadano y su hijo en una colonia del oriente de la misma ciudad, el gobernador informó que llevaría a cabo una reunión del Grupo de Coordinación Operativa para implementar medidas, pero añadió que los indicadores de seguridad continúan siendo "bastante buenos".

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