En México, país azotado por la violencia, con 110 millones de habitantes, existen voluntarios que entregan su tiempo para hacer reír a niños, adultos y ancianos. La ONG Risaterapia A.C, con más de 800 miembros, viaja por toda la República para rescatar la alegría de esas personas que, en ocasiones, lo han perdido todo. Reír para no llorar.
Decía Mark Twain que “la raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa”. La ciencia añade que “para enojarse se necesitan mover 34 músculos y para sonreír sólo siete”.
Raquel Origel, comunicóloga de 28 años, forma parte de Risaterapia A.C. desde 2010. Esta joven mexicana rebosante de optimismo está convencida de que la risa es una realidad bioquímica y que ayuda a combatir enfermedades de distinta índole.
“Todo alrededor de la risa es bueno. Disminuye tu ansiedad y aumenta tu autoestima”, comenta en entrevista.
En México se necesita reconstruir el tejido social y recuperar la paz. Esta organización trabaja para eso y para mejorar la calidad de vida y cambiar la actitud de las personas.
Risas antes de la muerte
Esta voluntaria confiesa que una de sus experiencias más gratificantes fue cuando el grupo fue a visitar a una niña en fase terminal. “No hablaba, no se movía, no hacía nada. Empecé a jugar con otros niños pero tomándola en cuenta. Jugamos con una pelota imaginaria y ella, de pronto, me preguntó si podía soplarle. Al final jugamos todos juntos. Eso fue muy bonito”, dice Raquel.
Risaterapia A.C, una organización aconfesional y apolítica, cuenta con más de 800 voluntarios de distintas profesiones y ocupaciones que desean brindar algo de su tiempo para hacer felices a los demás. Están presentes en toda la República y asisten a hospitales, asilos, comunidades desfavorecidas y zonas donde ha ocurrido algún desastre.
“Somos médicos de la risa activos. Hacemos un servicio de acompañamiento promoviendo una cultura de cooperación alegre”, explica Raquel, cuyo nombre artístico es ‘Doctora Serpentina’.
Los risoterapeutas de Risaterapia se disfrazan de doctores, se colocan la nariz roja de clown y empiezan a caminar saludando a todo el mundo. Y es que la risa tiene un efecto claramente multiplicador en la sociedad, así como los bostezos.
“Durante el camino también actuamos y la respuesta es muy favorecedora. Es cierto que hay casos más complicados como sacarte de una situación hospitalaria, pero hay que ser siempre optimista y lo único que necesitas es una actitud de servicio. El primer beneficiado al hacer reír a alguien eres tú”, agrega Raquel Origel.
Reír, bálsamo contra la tristeza
Mari Cruz García lleva toda una vida dedicada al mundo de la alegría y la risa. Fundadora de la Risoterapia y Dinámica de la Risa, García explica que “el principio básico de la risoterapia reside en la estimulación de la producción de distintas hormonas, como por ejemplo, las endorfinas, también conocidas como las hormonas de la felicidad, que genera el propio organismo y cuyo cometido es potenciar el sistema inmunitario y la superación de todos los bloqueos culturales y sociales negativos”.
García comenta que en México hay muchísimas personas interesadas en conocer la dinámica de la risa para luchar contra el estrés y los desequilibrios energéticos. “Necesitan de nuevas terapias, muchas veces distintas a las tradicionales. La terapia de la risa es una disciplina, recomendada por médicos, que produce unos beneficios inigualables tanto para el organismo como para la mente”, añade.
En efecto, numerosos estudios demuestran la eficacia de este tipo de terapia para curar enfermedades como la depresión y para episodios de angustia. Cuando uno se ríe, segrega más adrenalina, lo que potencia la creatividad. Así mismo, cuando reímos, el cerebro hace que nuestro cuerpo libere endorfinas, que actúan como analgésicos.
Según Armando Castillejos, oftalmólogo de la Asociación para Evitar la Ceguera en México IAP, “algo que no se sabe mucho es que la risa nos limpia porque, al hacerlo, se lubrican los ojos con lágrimas, lo que favorece una visión adecuada y una salud ocular óptima”.
Además, “el 90 por ciento de pacientes que llegan al hospital lo hacen con datos de ojo seco y blefaritis, ambos síntomas asociados a la contaminación del medio ambiente y a los cambios climáticos”, comenta el experto en conversación con Efe. Unos problemas que en México están más que acentuados.
Al igual que la risoterapeuta Mari Cruz García, Menahem Belilty, pionero de la Risoterapia en Venezuela y que imparte charlas y talleres para que la gente se conecte con la risa a través de distintos ejercicios alrededor del mundo, está convencido de que la risa ayuda a la gente a ser más feliz.
Su recomendación es la siguiente: “Al despertar, estírese bien. Antes de pararse de la cama, respire, abra los brazos todo lo que pueda y comience a reírse… ¡Jajaja!; ¡Jejeje!; ¡Jijiji!; ¡Jojojo!;!Jujuju! Hágalo por 15 minutos. ¿Cómo se siente? Mejor ¿Verdad? No es ninguna locura”.
Este ‘risólogo’ experimentado explica en su página de Facebook lo que los participantes en los talleres aprenderán: herramientas para un mayor bienestar vital y emocional y estrategias para conseguir un estado de ánimo más feliz.
Según el criterio de Manolo Guízar, integrante de la compañía mexicana Corral de la Comedia de Morelia, (estado de Michoacán): “Los mexicanos, en general, ríen lo suficiente. Como una forma de evasión. Sin embargo, creo que falta risa de calidad. Con un humor más crítico y además movedor de conciencias que culminen en acciones”.
Y concluye que “la comedia es un gran medio para lograr lo anterior, pues a través de la hilaridad, plantea problemas sociales que generan conciencia en el espectador”.
Los risoterapeutas de Risaterapia A.C. se disfrazan de doctores, se colocan la nariz roja de clown y empiezan a caminar saludando a todo el mundo.