Hace unos minutos fue liberada para todos la nueva versión del sistema operativo móvil de Apple, iOS 8. Esta actualización es compatible incluso para dos dispositivos que fueron lanzados hace tres años: el iPhone 4S y el iPad 2.

La pregunta para los usuarios de estos equipos es, ¿vale la pena instalar la actualización?

Aunque tres años no parezca mucho tiempo, sí es un periodo en el cual los dispositivos móviles de Apple han evolucionado bastante: pantallas más grandes, resolución retina, Touch ID, Apple Health, sin dejar de mencionar a los procesadores de la manzana, que cada año se han renovado y mejorado.

De acuerdo a comparativos realizados por el sitio Ars Technica, en el iPhone 4S algunas aplicaciones podrían demorar hasta un segundo más en abrir, además de que el encendido tardaría tres segundos más. Esto no se lee como una gran diferencia, pero en el día a día y con un uso constante, sí se notará.

Además, seguramente habrá características visuales en muchas apps que no podrán ser bien apreciadas en un iPhone 4S, ya que éste fue el último equipo con pantalla de 3.5 pulgadas, y ahora no sólo hay iPhones de 4 pulgadas, sino también de 4.7 y 5.5.

En el caso del iPad 2, el cambio de pantalla vertical a landscape se haría de una forma mucho más lenta, además de que las tipografías no se ven perfectamente bien, pues naturalmente están pensadas para pantallas con resoluciones que la tablet lanzada en 2011 no tiene.

Hay características, como los teclados personalizables y los widgets, que sí podrán ser usadas en el iPhone 4S y el iPad 2, pero queda en cada usuario meditar si quieren forzar su dispositivo a tener lo último de iOS aunque la experiencia de uso ahora sea más lenta y torpe.

Con información de Ars Technica