La fabricante de vehículos eléctricos Tesla consumó este martes un acuerdo que le permitirá construir su primera fabrica fuera de los Estados Unidos, duplicando su capacidad de manufactura de autos en Shanghái.

El anuncio del acuerdo se llevó a cabo al mismo tiempo que la compañía subió el precio de sus automóviles fabricados en los Estados Unidos en China, compensando así el costo de los nuevos aranceles impuestos por Pekín en respuesta a las tarifas aplicadas por Donald Trump.

La nueva fábrica en Shanghái produciría hasta 500,000 vehículos anualmente a los dos o tres años de su construcción, sobrepasando los estándares de entre 200,000 y 300,000 vehículos por año que logran la mayoría de las fábricas.

Como resultado del anuncio, las acciones de Tesla subieron un 1.7 por ciento, pese a que algunos analistas cuestionaban el origen del capital para construir una planta tan grande y llena de trabajadores, en momentos en que la compañía pierde dinero.