Aunque la eutanasia se ha mantenido como un tema de conversación delicado entre los círculos más conservadores de la política, también existe quienes defienden esta método de suicidio asistido para quienes no tienen forma de sobrevivir cómodamente.

Por ejemplo, el Dr. Philip Nitschke ha desarrollado en Australia una cápsula llamada ‘Sarco' que permite  a cualquier persona suicidarse cuando y donde lo desee, utilizando una clave de acceso, la cual pueden obtener tras completar un cuestionario en línea.

Al ingresar dicho código la cápsula se llenará con nitrógeno líquido para eliminar el oxígeno restante, lo que terminará con la vida del usuario después de cinco minutos; esta forma de suicidio no requiere la participación de un médico o tercero, quienes suelen vivir con las consecuencias legales de asistir un suicidio.

La cápsula ‘Sarco’ se puede fabricar y montar a través de una impresora 3D en cualquier parte del mundo; de hecho, el cadáver del usuario ni siquiera tiene que abandonar la capsula, pues puede separarse de la máquina principal para usarse como ataúd, mientras lo demás puede usarse por otra persona.

Aunque el concepto esta desarrollado por un médico real, las cuestiones legales aún limitan los países en donde esta tecnología podría ser utilizada y tampoco significa sea un producto adecuado para el consumo comercial.

Con información de IBT.