La fabricante china de ferrocarriles CRRC desarrolló un nuevo tipo de “autobús inteligente”  que es capaz de analizar las dimensiones de las carreteras y planificar su propia ruta a través de una pista de líneas pintadas en el camino.

Debido a esto el vehículo no necesita de un conductor para llegar a su destino, pues utiliza una serie de sensores que identifican el patrón pintado en el asfalto para seguir la ruta predeterminada, como si fueran los rieles de un tranvía.

El Autonomous Rail Rapid Transit (ART) mide aproximadamente 30 metros de largo y tiene una capacidad de 300 pasajeros en sus tres vagones, aunque también fue diseñado para que puedan agregar o disminuir el número de vagones a conciencia.

La instalación de una pista tradicional costaría de 59 a 103 millones de dólares por kilómetro, mientras que ART únicamente necesita una inversión de apenas 2.2 millones de dólares por la misma distancia.

La primera línea de ART será construida en la ciudad china de Zhuzhou, donde esperan comenzar sus operaciones para el próximo año.

Con información de Xinhua y CGTN.