En los años 80, la periodista Marjorie Wallace, de 'The Sunday Times', publicó 'The Silent Twins' (Las Gemelas Silenciosas), un libro basado en la historia de las hermanas Gibbons, nacidas el 11 de abril de 1963.

June y Jennifer decidieron desde muy pequeñas que sólo se comunicarían entre sí, así que cuando su familia se mudó a Haverfordwest, Gales, y eran los únicos de raza negra, comenzaron a desarrollar su propio lenguaje para que nadie pudiera entenderlas.

Sus familiares trataron de luchar contra este aislamiento voluntario y separaron a las adolescentes, que en aquel momento tenían 14 años, para que acudieran a diferentes escuelas y a distintos terapeutas, pero todo fracasó.

Según la periodista, quien logró hacerse amiga de las hermanas, ellas creían que sólo podía existir una para liberar a la otra. Y fue justo en ese entonces cuando en sus diarios empezaron a surgir frases extrañas, como la siguiente:

En un extracto del diario de Jennifer, se advierte claramente que su relación estaba basada en el miedo y el terror. 

"Nos hemos convertido en enemigas... Podemos sentir los irritantes rayos mortales que salen de nuestro cuerpo, el escozor de la piel de la otra. Me pregunto a mí misma si puedo deshacerme de mi propia sombra... Sin mi sombra, ¿moriría?... ¿Sería libre y me dejarán morir?"

Como consecuencia de sus actos, las gemelas fueron enviadas a una institución mental de alta seguridad, el hospital Broadmoor, donde permanecieron durante 11 años. Allí se les diagnosticó esquizofrenia y fueron definidas como altamente peligrosas. 

En 1993, cuando las gemelas tenían 31 años, los médicos decidieron trasladarlas a la clínica Caswerl, debido a una supuesta mejoría. Fue cuando los médicos descubrieron que Jennifer estaba muerta, a causa de una inflamación del corazón.

Finalmente, Wallace reveló que el pacto de las hermanas consistía en que cuando una muriera, la otra al fin sería libre. Así, unos días después de la muerte de Jennifer, visitó a June y le dijo: "Al fin soy libre".

Con información de RT.