En medio de la tragedia que azotó al Amazonas en semanas recientes, un halo de luz parece encenderse en forma de esperanza para que esta zona tan importante para la biodiversidad y la salud de nuestro planeta se mantenga en pie. Se trata de un santuario de árboles gigante recién descubierto.

Institutos brasileños y británicos realizaron una expedición en la región de Amapá, una zona lejana a los devastadores incendios y su descubrimiento fue tal que nadie podría haber imaginado la magnitud; en las entrañas de la selva, hallaron un grupo de árboles comúnmente conocidos como Angelim Vermelho, que superan por mucho el tamaño otros ejemplares de la especie.

Todo comenzó cuando los investigadores detectaron la presencia de los enormes astas, usando un sensor remoto que se mueve por vía aérea y la altura registrada fue tan inusual que tomaron la decisión de emprender un viaje para estudiar de cerca a los especímenes.

El 13 de agosto de 2019, comenzó un viaje a través de 220 kilómetros de río que continuó con una caminata de aproximadamente 10 kilómetros hacia el interior de la selva en donde los aguardaban los majestuosos árboles.

Aunque los Angelim Vermelho son de por sí grandes y están considerados como una de las especie más grandes del planeta, en este lugar se encontraron algunos que superaban los 80 metros de altura y el más grande medía 88 m con una circunferencia de 5.5 metros.

Esta clase de árboles se dan en zonas tropicales, pero Brasil es el país en donde se encuentran más comúnmente tanto en estado natural como en plantaciones dedicadas a la explotación, ya que de ellos se obtiene madera muy resistente que es usada con frecuencia en exteriores y para la construcción de presas, barcos y muelles. 

Con información de CNN.