Cuando hablamos de enfermedades mentales, podríamos imaginarnos lo difícil que es combatir a un enemigo "invisible". Con esto nos referimos a que el cuerpo no nos duele, lo que nos duele es el alma. Pero tan invisible no es, una de las mayores pruebas es el terrible y visible daño que le hacemos a las personas a nuestro alrededor, aquellos que se supone amamos.

Un ejemplo es Kaylene Bowen Wright, una mujer de 36 años que inventó que su hijo tenía cáncer y lo sometió a 13 cirugías para llamar la atención, razón por la que ha sido condenada por un juez de Dallas, Estados Unidos, a seis años de cárcel.

Para llamar la atención, sometió a su hijo a 13 cirugías innecesarias

La principal razón por la que la madre llevó al niño por lo menos unas 300 veces al hospital, lo mantuvo durante toda su infancia en una silla de ruedas, y lo sometió a 13 cirugías mayores innecesarias, pero sobre todo, inventó y creyó que su hijo tenía cáncer terminal, es que padece síndrome de Munchausen.

Este es un trastorno mental en la que la persona se crea o provoca de forma premeditada síntomas reales de una enfermedad, para así llamar la atención de quienes tiene cerca. Asimismo, también puede fingir que los niños a su cargo están enfermos o lesionados, incluso adulterando pruebas médicas para convencer a otros de que se necesita un tratamiento.

Síndrome de Munchausen: cuando una enfermedad mental te hace inventar una física

Pero el padre del menor de edad, Ryan Crawford, trató de convencer en repetidas ocasiones tanto a médicos como a jueces de que su hijo, a pesar de las afirmaciones de la madre, no padecía cáncer terminal. Luego de varios años, los profesionales de la salud al fin presentaron una queja ante los Servicios de Protección Infantil.

¿El resultado? Los oficiales se llevaron a los tres hijos de la mujer, incluyendo a Christopher; su principal víctima, quien ha estado bajo la custodia de su padre desde entonces. No obstante, es necesario que para revertir los daños reciba ayuda terapéutica constante.