Estados Unidos.- Una mujer de 54 años de edad llegó al Hospital Universitario de Georgetown de la mano de su esposo, entró a la sala de emergencias e informó que no recordaba nada de lo sucedido en las últimas 24 horas.

Lo último que recordaba la paciente era haber tenido una noche de sexo apasionado con su marido. Una hora después de empezar a tener relaciones sexuales comenzó su lapsus.

El caso de esta mujer fue reportado en la The Journal of Emergency Medicine, se informó que sufría una extraña condición médica que deriva en la pérdida de memoria repentina de manera temporal, mejor conocida como “amnesia global transitoria”.

Las personas que padecen amnesia global transitoria no tienen efectos secundarios y los problemas de memoria por lo general se solucionan en un par de horas tras el incidente. Esta condición es muy rara, apenas afecta de 3 a 5 personas por cada 100 mil, al año.

No obstante, lo que más inquieta a los científicos es no poder determinar lo que causa la amnesia global transitoria, ni saber por qué los pacientes que la sufren pueden hablar de lo que les pasó a pesar de no recordar gran parte de las vivencias durante el lapso de pérdida de memoria.

Sebastian Ameriso, neurólogo del Instituto de Investigaciones Neurológicas, en Buenos Aires, Argentina, advierte: "No sabemos mucho sobre las causas (de esta condición médica)". Sobre el caso de la mujer de 54 años de edad de Georgetown, Ameriso asegura que el caso es bastante preocupante pero indica que no se trata de un accidente cerebrovascular que no causa daño en el cerebro.

Además del sexo apasionado, otras actividades pueden provocar amnesia global transitoria. Los más propensos a sufrir pérdida de memoria temporal tras una buena sesión sexual son las personas de entre 50 y 60 años de edad. Lo más curioso es que esto por lo general sólo ocurre una vez en la vida (olvidar todo temporalmente después del sexo, el sexo apasionado esperemos les ocurra muchas veces).

En otros casos, además de olvidar el sexo, la gente olvida algunas cosas que pasaron antes de la actividad sexual, a eso se le llama amnesia anterógrada.

En el caso específico de la amante olvidadiza de Georgetown, tiene borrosos recuerdos del sexo de la noche que desató el incidente, de lo que pasó después de "terminar" no recuerda nada. Luego de hacerle una resonancia magnética y una tomografía computarizada, no se encontró nada anormal y tampoco se hallaron daños en el cerebro.

Aunque aún no se ha llegado a alguna conclusión sobre lo que causa estos curiosos episodios, un estudio de 2010 publicado en la revista Stroke, sugiere que el problema no radica en la cabeza, más bien en el cuello. Ameriso y su colegas realizaron ecografías a 142 pacientes que experimentaron amnesia global transitoria, así encontraron que el 80 por ciento de los pacientes presentaban algo conocido como  "insuficiencia de las válvulas en la vena yugular".

Estas válvulas llevan sangre del corazón al cerebro, controlan el flujo sanguíneo y en caso de no cerrar adecuadamente, la sangre puede regresar al cerebro cuando debería ir de vuelta al corazón, lo que provoca la amnesia.

Entonces, al momento de tener sexo y forzar el abdomen en alguna posición (maniobra de Valsalva), los amantes desencadenas los episodios de amnesia global transitoria. Lo mismo podría ocurrir cuando se defeca o se levantan pesas.

Luego entonces, el aumento presión aumenta la resistencia a la sangre que fluye por las venas yugulares, y la insuficiencia de las válvulas puede permitir que la sangre desoxigenada sea empujada hacia el cuello.

La sangre pobre en oxígeno se amontona y bloquea las venas que drenan el cerebro, especialmente las regiones centrales, claves para la formación de la memoria. Como resultado se da la amnesia global transitoria.

No obstante esta teoría, aún no se puede concluir que esta sea la causa de la amnesia global transitoria, pues de ser así sería un padecimiento más común, ya que todos nos vemos obligados a realizar la maniobra Valsalva, muchas veces al día, como ya se dijo, al ir al baño, por ejemplo.

La búsqueda de una explicación sigue en marcha, quien la encuentre podría ganar mucho dinero con su descubrimiento, según explica Ameriso.

Con información de LiveScience