Estados Unidos.- En la localidad de Camas, en Washington , vive la pequeña Paityn Mock con su familia, es una niña de 10 años como cualquier otra, que juega con sus muñecas y aún le teme a la oscuridad. Sin embargo actualmente es considerada una heroína.
El 16 de octubre, pasando el medio día, Paityn se encontraba sola en su casa, cuando sonó el timbre, como ella sabe no le es permitido abrir la puerta o contestar el teléfono si esta sola, por tal motivo la niña ignoro el timbrazo y siguió viendo televisión.
Pero los timbrazos siguieron con insistencia, fue entonces que Paityn decidió asomarse a la ventana y se percato de la presencia de un hombre vestido con un jersey rojo con negro y encapuchado, ella se asusto much , llamo a su madre para pedir ayuda.
Jenn Mock, la madre, le indico a su hija que tuviera calma y en caso de que siguieran insistiendo se escondiera y le avisara. Momentos después, la niña escucho como rompían los vidrios y entraban a su casa, de inmediato se escondió en uno de los armarios de la cocina y llamo a su madre, esta le indico que colgara y que llamara rápidamente al 911; Paityn así lo hizo.
Entonces Paityn escucho el ruido de un motor, decidió salir de su escondite pues pensó que eran sus padres que habían llegado a recatarla, pero se trataba del cómplice del “ratero” que llegaba para auxiliar a su compañero. Paityn, ya con los nervios de punta, salió de la casa y se escondió detrás de un árbol del patio trasero.
Mientras los ladrones saqueaban el hogar de la familia Mock, la niña permaneció escondida, hasta que finalmente Paityn Mock fue rescatada por los elementos de la policía que llegaron de inmediato y detuvieron a los dos ladrones.
Después llego la madre, Jenn Mock, quien quedó perpleja al encontrar a su hija tranquila jugando con los agentes de policía quienes la habían rescatado. Y es que el lugar de trabajo de la madre esta a 10 km de distancia, sin duda un trayecto infernal para una madre preocupada.
Con información de La Información