Parroquianos y restauradores están furiosos por la reciente modificación de un San Antonio de Padua ubicado en una iglesia de España, cuyos cambios lucen con más sombra, rubor y delineador.

Los habitantes de la zona incluso abrieron una página de Facebook para levantar la voz en contra del daño patrimonial, pues consideran que la estatua ya no representa al mismo patrono porque hoy en día luce "femenino". 

Antes de la restauración

"Es importante preservar nuestro patrimonio ya que se debe entender como el derecho a la memoria de las generaciones futuras, que se convierte en el deber para las generaciones presentes", escribió el usuario Juan Camilo Duque, también restaurador. 

La imagen generó polémica entre feligreses e internautas, quienes recordaron el caso de Cecilia Jimenez, de 80 años, que se  ofreció a restaurar un fresco descarapelado con una imagen de Jesús y lo dejó irreconocible. 

Después de los cambios.