Tal como su profesión exige, un cura en Kenia se dedicaba en cuerpo y alma a predicar el evangelio pero fue suspendido; al parecer, a sus superiores en la iglesia católica no les gustó su método de enseñanza... o quizá deberíamos decir: su ritmo. 

Paul Ogalo ejercía en la parroquia de Santa Mónica en Rapogi, muy cerca de Nairobi y fue retirado de su cargo luego de que un video de él dictando el evangelio al ritmo del rap, se hiciera público en internet y llegara a la diócesis de Homa Bay. 

Las autoridades eclesiásticas consideraron que este peculiar cura debe mantenerse alejado de su labor durante un año para “reconsiderar su forma de predicar”.

Por supuesto, más de un feligrés está molesto con esta decisión y han expresado que el método del cura le ayudaba a comunicarse mejor con los jóvenes. 

Este es uno de los videos que hizo famoso al entusiasta del sacerdocio: