Un australiano de nombre Terry le propuso matrimonio a su novia desde hace un año sin que ella lo notara.

Así es, el enamorado escondió un anillo de compromiso en un collar de madera que él mismo fabricó y decidió esperar un tiempo para confesarle lo que guardaba dentro. 

"Siempre me gustó la idea de dar a alguien un regalo y que no supiera su verdadero valor hasta años más tarde", explica.

Todos los días Anna usaba el collar sin si quiera sospechar que resguardaba algo tan especial. Los temores de Terry aumentaban cada vez que la chica debía pasar por el control de seguridad del aeropuerto. 

Afortunadamente, el contenido fue revelado hasta que viajaron a Escocia, cuando a escondidas de la joven abrió el collar, se arrodilló y le pidió unir sus vidas.

Con información de Independent.