Según lo reportado por The Washington Examiner, un reporte escrito por el Dr. Erwin Giesing, Adolfo Hitler padecía toda clase de desórdenes de salud y adicciones.
Además, para supuestamente fortalecer su libido, el dictador fascista se inyectaba “semen de toro”.
Una adicción a la cocaína de manera nasal y padecía de fuertes flatulencias por su dieta vegetariana.
Los documentos en donde aparecen dichas revelaciones serán subastados en próximas fechas.