Érika y Martha Casimiro, revelaron que Paulette Gebara Farah nunca le gustaba dormir muy cobijada o con la cara tapa, por lo que en caso de que la niña se hubiera visto en esa situación estaba en posibilidad de liberarse; hubiera llorado o gritado.

Las hermanas aseguraron que la niña de 4 años actuaba como una persona normal, pues había progresado bastante en su discapacidad, y solamente cojeaba un poco, pero la movilidad en su manos era casi completa.

De acuerdo con el dictamen de la necropsia que personal del Instituto de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) practicó al cuerpo de la niña, la mañana del pasado 31 de marzo en Toluca, la asfixia que mató a Paulette fue provocada por la posición en que se encontraba.

Durante una entrevista en Tv Azteca, Érika y Martha destacaron la niña era muy lista y precavida; tenía su banquito y sabía cómo bajarse de la cama,además nunca se cayó de ella.

También manifestaron que la actitud de Lisset con su hija no era muy cariñosa, pues no la cargaba ni mimaba, al contrario de su padre Mauricio, quien siempre mostró adoración por Paulette en todo momento.

Érika, la menor de las hermanas, con 28 años de edad, quien tenía 2 años trabajando en la casa de los Gebara Farah, y Martha, de 35 años, que llevaba 7 años con la familia, relataron lo ocurrido el día de la desaparición.

Detallaron que la niña sí entró viva a la casa cuando regresaron de Valle de Bravo el domingo 21 de marzo y que a la mañana siguiente cuando la buscaron no la encontraron por lo que avisaron a Lisette Farah, quien no mostró angustia al enterarse que su hija no aparecía, mientras que Mauricio llamó a la Policía dos horas después de percatarse de la desaparición.

Explicaron que limpiaron la recámara hasta el jueves 25 y el sábado 27 de marzo por instrucciones de Lisset Farah y su amiga Amanda de la Rosa, quien ya había dormido en la cama, pese a que la PGJEM les había ordenado no tocar nada.

Durante la limpieza, aseguraron que encontraron todo normal, la cama, el colchón, las cobijas, "las sábanas y todo", y no vieron nada extraño.

Precisaron que de acuerdo como apareció el cuerpo, ellas los hubieran visto cuando realizaban el quehacer.

Descartaron la posibilidad de que la pequeña se haya salido de la casa, pues no sabía esconderse.

Sobre las imágenes que se han difundido de la ropa con la que fue encontrada Paulette, las nanas precisaron que las dos niñas sí tenían pijamas iguales.

Con tristeza, las hermanas Casimiro dijeron que se enteraron del funeral cuando se llevaba a cabo y nadie les avisó del mismo, a pesar de que durante toda la vida de Paulette se dedicaron a cuidarla.