Jugos del Valle, empresa propiedad de Coca-Cola, mintió sobre el contenido de varios de sus productos. De acuerdo con un boletín de Poder del Consumidor, autoridades de Estados Unidos obligaron a la empresa a reetiquetar sus productos para explicar que tienen menos jugo y vitaminas de las que alegaban originalmente.
El reetiquetado de varios los productos de Jugos del Valle, el cual consiste simplemente en una etiqueta sobrepuesta en el empaque, y que se designa como "información de la etiqueta corregida", revela que la concentración de jugo y vitaminas en estos productos está por debajo de las cantidades recomendadas por el Codex Alimentarius.
"Es el caso del néctar de mango comercializado en México y en Estados
Unidos. Del Valle afirmaba que esta bebida contenía 30% de jugo de
mango y 146% del requerimiento diario de vitamina C, pero la etiqueta
corregida admite que contiene únicamente el 19% de jugo y sólo el 10%
del requerimiento diario de vitamina C. Lo mismo ocurre con los datos
acerca del contenido de sodio, antes informaba la presencia de 5 mg, en
la información corregida es el doble: 10 mg. En proteína, sostenía
incluir 1 gramo, pero en la información corregida aparece 0 gramos", dice El Poder del Consumidor.
"Las diferencias son aún mayores en los casos de otros néctares. En el
de durazno se aseguraba que contenía 40% de jugo y en la etiqueta
corregida se reconoce que el jugo sólo representa el 18% del producto;
en el caso del néctar de fresa, Del valle sostenía incluir 40% de jugo
y en la etiqueta corregida admite que sólo contiene 14% de jugo", continúa el boletín de El Poder del Consumidor.
El Poder del Consumidor señala que Del Valle pretendía manejar una información similar a la mínima requerida por el Codex Alimentarius sobre el contenido de jugo en los néctares. Pero al ser obligada la empresa por las autoridades de Estados Unidos a corregir sus contenidos lo que se revela es que realmente sus productos son "de muy baja calidad y está muy lejos de cumplir con los mínimos requeridos por el codex."
"Si a lo anterior se suma que -por definición- los néctares están adicionados con azúcares, agua y diversos aditivos, veremos que el grado de adulteración de los néctares de Del Valle llega a los extremos. Esta situación explica claramente por qué las empresas sacaron a los néctares del proyecto de norma oficial NOM 173 SCFI 2008, cuando en 2004 la propuesta original para esta norma incluía jugos y néctares", dice el boletín.
El boletín señala además que la decisión de las empresas de no informar con veracidad a los consumidores mexicanos sobre el contenido de jugo en los néctares tiene que ver con el hecho de que existe una percepción amplia de que se trata de jugos más concentrados.
Como resultado, las empresas han aumentado las ventas de estos productos y han bloqueado cualquier tipo de regulación que las obligue a informar a los consumidores sobre el contenido real de jugos y néctares envasados.
Y es que este tipo de bebidas, en el caso de Jugos Del Valle, son las que mayores ingresos le reportan a la empresa.
Cabe recordar que el panista Diego Fernández de Cevallos litigó contra el Estado para que se le regresara a Jugos del Valle millones de pesos de IVA alegando que sus productos son "alimentos".
Sin embargo, el boletín de El Poder del Consumidor indica que el contenido alimenticio de estos productos nisiquiera llega a los mínimos recomendables.