México, 8 Jun. (Notimex).- La Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) se ha dedicado a la formación de profesionales en restauración de metales durante casi tres décadas.Ello lo ha llevado a cabo mediante el Seminario-Taller de Restauración de Metales, que abarca el estudio y conservación de bienes muebles e inmuebles hechos con este material en la época prehispánica, el virreinato y la Revolución Industrial.Las piezas que se han atendido en la ENCRyM, proceden de museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), como los nacionales de Historia "Castillo de Chapultepec", y del Virreinato, donde se han intervenido objetos novohispanos hechos en hierro, plata, bronce y aluminio, además de un sinnúmero de aleaciones, como el acero.Entre los objetos restaurados destacan espadas, coronas, copas, vajillas, broches y joyería. Además de ejemplares procedentes de la Casa de Moneda de México.Antes de los 80 no existía ningún antecedente de esta disciplina en este país, por lo que la ENCRyM, escuela del INAH, se convirtió en pionera de la disciplina, además de seguir siendo la única institución en México que atiende este rubro del patrimonio cultural, comentó la restauradora Pilar Tapia, responsable del taller.El seminario surgió como una inquietud de los alumnos, en un taller experimental que fue evolucionando hasta alcanzar un programa de estudio estructurado (teórico-práctico) que incluye trabajos de campo; hoy en día es una asignatura del tercer semestre de la Licenciatura en Restauración, detalló la especialista.El programa se divide en áreas, los alumnos cursan una formación interdisciplinaria que incluye historia aplicada, físico-química, talleres artesanales de orfebrería, joyería y medidas de conservación; el promedio de alumnos varía entre 20 y 25 cada año."El trabajo prehispánico en metal no era una de las características principales de las culturas de Mesoamérica, además de no existir muchos antecedentes de restauración al respecto", señaló Tapia.Agregó que dada la escasez de metales arqueológicos, la preservación de los mismos es de gran importancia, y en este sentido a la fecha hemos restaurado piezas de cobre y plata, y otros asociados con latón y zinc", precisó Tapia.La mayor parte de estos materiales datan de los años 600 y 800 de nuestra Era, y por lo general pertenecen a las antiguas culturas de occidente, especialmente de las que se asentaron en el actual estado de Michoacán.Sigue INAH, precursor de la/dos/Michoacán. . Como la cultura purépecha que fabricó hachas, coas, agujas, alfileres y anzuelos en metales como el cobre. Actualmente la Escuela restaura un plato de una aleación que aún no se ha definido.Otros metales de los que se tienen registro de uso en Mesoamérica son: la malaquita que tuvo un uso utilitario en la elaboración de cascabeles; y en menor proporción el oro y la turquesa.Las culturas prehispánicas utilizaron ampliamente la obsidiana para la creación de herramientas, sin embargo no es un mineral, es una roca ígneo-volcánica.La experta en metales, Pilar Tapia abundó que a toda pieza que entra al Taller de Restauración se le realiza una evaluación histórica, documentación e investigación de sus características tecnológicas, estilo, diseño y materiales de composición.Todo ello, encaminado a identificar cuál es el mejor método de intervención a aplicar, además de recuperar la historia de la obra.Por su parte, Jannen Contreras y Gabriela Pañuelas, especialistas adjuntas del seminario, detallaron que el proceso de restauración de una pieza inicia con el registro fotográfico y un diagnóstico de su deterioro, a partir del cual se determina una propuesta de intervención de acuerdo a los criterios particulares que cada objeto demande.Además de una limpieza, una consolidación si es necesario, la eliminación de corrosión, la realización de un pasivado (proceso para mantener la corrosión en un estado estable) y la aplicación de una capa de protección.Recientemente, también se dio paso a la restauración del mueble e inmueble perteneciente al período de la Revolución Industrial, como vías de tren, maquinaria y antiguos tanques y camiones que usaban los bomberos, y que hoy forman parte del Museo del Bombero de Xalapa, Veracruz.La restauración de metales antiguos en México tiene la particularidad de estar subvalorada por desconocimiento, pues suele pensarse que sólo se limita dar a los objetos un pulido abrillantador, toda vez que para intervenir este tipo de patrimonio cultural se requiere de una valoración de cada bien, que responda a su composición física y diseño.Las titulares de este taller, Contreras, Pañuelas y Tapia, coincidieron que la subvaloración de la restauración de metales perjudica especialmente el patrimonio cultural en inmuebles, que por ignorancia o por comodidad se prefiere sustituir material "viejo" por nuevo, como pasa con la herrería, donde se copia únicamente el diseño y se deja de lado el valor histórico del trabajo artesanal.El poco reconocimiento de la disciplina será uno de los temas a tratar en el Tercer Congreso Latinoamericano de Restauración de Metales, que se llevará a cabo en las instalaciones del ENCRyM, del 1 al 4 de septiembre del año en curso.