El fin de semana pasada la cacique del SNTE, Elba Esther Gordillo, regaló a 59 camionetas Hummer a los dirigentes del sindicato de maestros que se reunieron en el estado de Sonora. Las camionetas llevaban todas pegado el logo del SNTE.

Cuando esto se dio a conocer por el diario Reforma, se soltó un escándalo. Y es que Elba Esther Gordillo había pedido, previo a esto, que el gobierno federal le diera varios millones de pesos adicionales a todo lo que Felipe Calderón ya le ha dado como parte del interminable pago de facturas por el fraude electoral de 2006. No sólo eso; en diversos estados de la república crecen los conflictos magisteriales, pero la maestra Gordillo, en vez de atander esos conflictos, mejor le regalaba Hummers a sus incondicionales. Se trataba esencialmente de la versión actualizada del toallagate mezclada con el Hummer-gate que protagonizó Fox en 2001 y en 2007. Sólo que esta vez a la que agarraron con las manos en la masa fue a la que los maestros disidentes llaman "la mamá de Chucky."

Al principio los achichincles de Elba Esther pretendieron justificar esta cochinada con excusas francamente idiotas. "Noooo, es que son para maestros que tienen que ir a escuelas rurales bien lejos y pues se necesitan vehículos todo terreno." Uno se pregunta: ¿Por qué no mejor se van en un carro común y corriente o en camión--como cualquier maestro practicante o que empieza a trabajar su plaza--para que sepan LO QUE SIENTEN los maestros y para que les queden bien claras las condiciones de MISERIA en las que están las escuelas en México?

Era una excusa demasiado babosa, por lo que el escándalo siguió creciendo. Ya cuando hasta los senadores y diputados del PRI se empezaron a quejar por esta marranada (que ya es mucho decir) entonces no le quedó otro remedio a Elba Esther Gordillo que salir a decir que las Hummer no eran regalos para sus achichincles, sino que se iban a rifar para recaudar fondos para las escuelas rurales. ¿Y entonces por qué los logos del SNTE si las van a rifar? Ah, pues para que sepa todo el mundo quien las está rifando, dijo un dirigente del sindicato en Sonora.

Uno se pregunta: ¿No hubiera sido más económico ponerle una etiqueta con diurex a una de las ventanas? ¿O se supone que quien se gane las Hummer en la supuesta rifa va a andar circulando con logos del SNTE?

Más interesante: ¿Quién en su sano juicio va a comprar un boleto para la rifa de una Hummer? Veamos por qué:

1. Siendo una camioneta de super-lujo (valuada en alrededor de medio millón de pesos), el andar circulando con una de esas practicamente es una excelente manera de pedir que a uno lo secuestren, o por lo menos que se roben la camioneta.

2. Considerando que es de las camionetas favoritas del narco, andar en una de esas también es un excelente llamado a que lo confundan a uno con narco y que lo ejecuten.

3. Inclusive sin esas condiciones de inseguridad: ¿Puede el ciudadano común y corriente pagar por la tenencia y por lo que gasta de gasolina una Hummer? Llenarle el tanque a una Hummer cuesta más de 100 dólares. Esto se agrava si consideramos que las Hummer son tremendamente ineficientes en el consumo de gasolina, por lo cual se les tiene que llenar el tanque con bastante frecuencia.

Según otro achichincle de Elba Esther, de la rifa de una Hummer se espera recaudar 900 mil pesos disque para escuelas rurales. Uno se pregunta: ¿Quién va a comprar boletos para esa rifa y DE VERDAD van a poder vender 900 mil pesos de boletos? Mejor le hubieran dado el medio millón que cuesta la Hummer directamente a la escuela rural y se hubieran dejado de jaladas.

Ahora bien: ¿Quién nos asegura que los "ganadores" de las rifas no serán parientes o amigos de los líderes sindicales? Digo, porque ¿A quienes les van a vender los boletos de la rifa primero que a nadie sino a la gente cercana a los dirigentes?

Razones por las cuales, francamente, esto de la rifa de las Hummers resulta simplemente increible.

PD: En Estados Unidos la palabra "hummer" es también un eufemismo para referirse al sexo oral. ¿Ya ven lo que les pasa por andarse con hummers?