Pocas veces he leído algo más inteligente sobre futbol que el texto de Salvador Sostres aparecido en estos días en www.elmundo.es. Se titula "El Barça contra España" (http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/guantanamo/2010/05/07/el-barca-contra-espana.html) y lo sintetizo enseguida.
"Si el Barça gana la Liga habrá ganado el mejor.El mejor equipo del mundo.Y si pierde continuará siendo el mejor equipo del mundo, y nadie podrá negar que su fútbol es superior a cualquier otro. Es lo mismo que pasa con el Madrid, pero al revés: si gana la Liga sólo habrá ganado la Liga, sin ser el mejor, y nadie dirá nada en particular de su fútbol".
"La ventaja de ser más que un club es que el Barça lleva tan interiorizado que juega no sólo por obtener un resultado concreto,que la generosidad no es una opción sino un requisito. No es un derecho sino un deber. El estilo del Barça está asociado a un deseo de belleza, de espectáculo y de grandeza. No busca sólo el triunfo sino que aspira a la gloria. La gran diferencia entre el Barça y el Madrid, acaso la más significativa y la más determinante, es quedetrás del Madrid hay un público y detrás del Barça hay un pueblo".
"Para un catalán, cuando el Barça juega, es lo mismo que para un español cuando juega España.Un Barça- Madrid no es nunca un Barça-Madrid solamente. Es el Barça contra España, Cataluña contra España... cada vez que Madrid y Barça se enfrentan Cataluña se enfrenta a España y ese partido es la metáfora de asuntos mucho más profundos. No hay nada tan político como el fútbol, sobretodo en Cataluña y en España...".
"El Madrid sólo busca un triunfo. El Barça, además, cumplir un destino".
Tal vez el futbol no sea tan político en México como en Cataluña y España, pero lo es sin lugar a dudas. ¿Qué pasa con nuestros equipos y, sobre todo, con nuestra Selección? ¿A quién representan?
El Monterrey no es el equipo de Monterrey porque apenas lo apoya la mitad de la población de la ciudad. Lo mismo ocurre con Tigres, favorito del restante 50 por ciento de los regiomontanos.
El Santos de Torreón sí representa a todos los laguneros. Pero esta ciudad, incluida su conurbación duranguense, es no solo muy pequeña por su tamaño, sino también por su peso económico y político. Es el caso del Morelia, del Pachuca y algunas otras.
¿La Selección representa a México? Bastante menos que el equipo de las Chivas del Guadalajara, que a pesar de su camiseta rojiblanca es más verde que la Verde.
Y es que, si gana Chivas, gana México (al margen de las ridiculeces de Jorge Vergara). Mientras que si gana la Verde, el que realmente gana es Televisa.
El equipo de Aguirre representa más a Emlio Azcárraga Jean, a sus socios y a sus locutores que al pueblo de México.
Por alguna razón, si Chivas gana, el mexicano sueña con lo que podría llegar a ser si lo dejaran. Esta magia es tan poderosa que se mantiene a pesar del reto deportivo que le representa el América, a pesar de las innumerables tonterías de su propietario (Vergara) y a pesar de que, en un enorme acto de deslealtad con sus hinchas, los derechos de transmisión del Rebaño Sagrado pertenecen a Televisa.
Así que Felipe Calderón ya sabe que, si viaja a Sudáfrica, lo hará como una estrella más del Canal de las Estrellas. El problema para Calderón llegará cuando la Selección pierda (y a juzgar por lo visto ante Ecuador, perderá pronto). Televisa se las arreglará para hacer como que la Virgen le habla, con lo que eludirá su responsabilidad, y dejará que los mexicanos, que por ningún motivo estarán representados en el Mundial por la Verde, masivamente culpen del fracaso al inquilino de Los Pinos, un tipo, como se sabe, que cada tercer día prueba que, de plano, nació salado.