¡Como te ven te tratan! Es Lamentable, pero es la cruda realidad. No
es lo mismo un tatuaje en David Beckham, que en un modesto profesionista,
estudiante, obrero, etc.., ¿Quién trataría mal a la estrella del fútbol inglés,
a pesar de tener más tatuajes que muchos individuos que son rechazados por la
sociedad?
Para adentrarnos más en el tema, me gustaría compartir a grosso modo la
historia del tatuaje y su evolución en las distintas civilizaciones.
Un tatuaje es una modificación del color de la piel, creando un dibujo, figura
o texto realizados con tinta o algún otro pigmento bajo la epidermis de un humano
o animal.
Los tatuajes fueron una práctica eurasiática en tiempos neolíticos,
encontrándose incluso en una momia de la época 200. En el año 1991 se encontró
una momia neolítica dentro de un glaciar de los Alpes austro-italianos: la
momia tenía 57 tatuajes en la espalda. Esta momia es conocida como el Hombre
del Hielo o como Ötzi. A partir de este descubrimiento se puede decir que el
tatuaje es tan antiguo como el propio ser humano. Sin embargo, las distintas
culturas que utilizaron el tatuaje lo hicieron de distintas maneras; tanto como
arte en el sentido de creación de significados rituales o simbólicos, caso del
Antiguo Egipto, como para marcar o señalar a los criminales, que es el caso de
las antiguas Grecia y Roma. Incluso en el caso del Hombre de Hielo se cree por
la posición de las marcas que cumplieron un fin terapéutico
La palabra tatuaje proviene de la palabra inglesa «tattoo», que a su vez
proviene del término samoano «tátau», que significa marcar o golpear dos veces
(refiriéndose este último al método tradicional de aplicar los diseños o
plantillas). En español los entusiastas del tatuaje pueden referirse a los
tatuajes como «tattoos», o el término castellanizado de «tatu», aunque ninguno
de estos dos términos están todavía recogidos en el Diccionario de la Real
Academia Española.
Las principales civilizaciones que adoptaron el tatuaje en su cultura, fueron
la Polinesia, Egipcia, Oriental, Occidental, y en América las tribus indígenas.
En la cultura Polinesia se posee la tradición tatuadora más prolongada, Las
diferentes tribus de la Polinesia utilizaban el tatuaje como ornamentación
corporal sin que por ello éstos pierdan su fuerte sentido comunal. El tatuaje
comenzaba a muy temprana edad y se prolongaba hasta que no quedará región del cuerpo
virgen de los pigmentos. Más allá de su sentido estético, el tatuaje confería
jerarquía y propiciaba el respeto comunal a quien los llevaba en su piel:
cuanto más tatuado estaba alguien, más respeto se le debía. De manera
particular, los maoríes utilizaban el tatuaje para la batalla. Los dibujos que
llevaban en la piel contribuían a su famosa estrategia de asustar a sus
enemigos.
En Egipto, eran en su mayoría mujeres las que se tatuaban. Se le confería al
tatuaje funciones protectoras y mágicas. El carácter sobrenatural del tatuaje
no fue exclusividad de Egipto: muchas culturas le otorgaron este poder a los
tatuajes.
En América del norte, los indígenas utilizaban los tatuajes como parte del
ritual de paso. Cuando una persona pasaba de la pubertad a la adultez se la
tatuaba con el fin de proteger su alma. Sin embargo, ésta no era la única
utilización ritual que se hacía del tatuaje en esta región del mundo. En
América central, las tribus utilizaban los tatuajes a modo de conmemoración de
los caídos en batalla y como forma de adoración de los dioses.
En oriente, aproximadamente en el siglo X a.C. el tatuaje llegó al Japón. A
partir de su inserción en la cultura nipona el tatuaje fue siendo utilizado por
sectores cada vez más poderosos hasta llegar a ser utilizado por un Emperador
en el siglo V como ornamento corporal. Señalamos su utilización estética porque
en Japón existía la costumbre de destinar el tatuaje para marcar a los
delincuentes. Esta marca tenía el objetivo de hacer de las personas que desobedecían
la ley gentes repudiables para toda su vida y en todos lados a raíz de llevar
la marca de la vergüenza consigo. Suikoden es una novela china que fue
traducida al japonés en el siglo XVII. Este libro renovó el interés en el
tatuaje haciendo de él una forma popular de decoración y de coleccionismo. En
Japón se ha conformado una de las tradiciones tatuadoras más importantes del
mundo. No obstante, en el año 1842 el emperador Matsuhito decidió prohibir la
práctica del tatuaje. Esto sucedió porque el país estaba interesado a abrirse
al mercado mundial y no quería dar una imagen de barbarie ante el mundo.
En occidente, el tatuaje llegó a Occidente por vía marítima. Las expediciones
del capitán James Cook a las islas de la Polinesia fueron el punto de partida
del tatuaje hacia Occidente. En estas expediciones los marineros tuvieron
contacto con los indígenas maoríes y con otras tribus que les "enseñaron" el
arte de tatuar. A su retorno, los marineros abrieron sus propios estudios de
tatuaje y popularizaron esta disciplina entre los sectores populares. En 1870
se abre en New York lo que aparentemente fue el primer estudio de tatuajes.
Se cree que la actitud negativa contra el tatuaje tuvo su origen en un decreto
del emperador Constantino, primer emperador cristiano de Roma, que emitió este
decreto en contra de dicha actividad.
En los últimos años, el tatuaje ha sido incorporado progresivamente por la
sociedad y es hoy que éste cumple funciones puramente estéticas y no distingue
entre sectores sociales. Aunque el tatuaje no sea aceptado en algunas esferas
de la sociedad, se va abriendo paso a través de los prejuicios y dibujando sus
líneas en los cuerpos de las personas alrededor del planeta.
Es muy enriquecedor toda la importancia que en
diferentes culturas se le da al tatuaje, desgraciadamente en la nuestra no es
así, parece que estar tatuado es sinónimo de rechazo, degradación, exclusión y
juicio social.
Cientos de anuncios con vacantes laborales con el
requisito: "No tatuajes". Yo les pregunto ¿Tener un tatuaje hace
menos inteligente y productiva a una persona?... Es un imbécil el que opine que
si. Una persona tatuada puede ser mejor policía que uno que no lo está, puede
ser mejor administrador que muchos persignados que andan por ahí, puede ser un
mejor político que la maraña que existe en este momento. En verdad un tatuaje
no te hace más, ni menos.
Un futbolista con tatuajes no tiene menos nivel porque
se tatuó, ¿o sí? Un gran músico no va a perder su talento solo porque tiene un
tatuaje, ¿o sí?... ¿Entonces? Pero a ellos no les decimos nada, porque son
artistas, estrellas, personas importantes...Pero que tal para criticar a los
estudiantes, a los emprendedores, a los intelectuales, a los obreros, ahí si
estamos puestos para levantar la mano y juzgar. Y no solo ocurre con el
tatuaje, en la homosexualidad también vemos un reflejo de esta actitud discriminatoria
retrograda, está bien que Elton John sea gay, pero si un vecino lo es, eso sí
que está mal. ¿A dónde iremos a dar con personas que piensan de una manera
carca e inadmisible?
La mayor discriminación la sufren los jóvenes y no tan jóvenes en el trabajo
porque no pueden conseguir un empleo o justo al pasar al examen médico son
rechazados, sin que interese su nivel de estudios o capacidad para ocupar el
puesto. Este rechazo llega a extremos terribles, tanto así, al grado de
infringir lesiones graves cuando han intentado borrar con ácidos ese tatuaje
que les ha impedido conseguir un empleo.
Este acto le causa problemas a muchos jóvenes, al ser
considerados delincuentes, ser levantados por policías que les siembran droga
o, lo menos, ser objeto de miradas de repudio.
La escuela también es foco de discriminación, abundan los casos en los que a
los estudiantes no les permiten hacer los exámenes o les bajan puntos en las
materias debido a que portan un arete o tienen un tatuaje en alguna parte del
cuerpo que sea visible.
La discriminación que sufren los tatuados los ha puesto ante la disyuntiva de
seguir siendo ellos los dueños de sus cuerpos, tatuarse, perforarse y no
aspirar a un empleo formal, o quedarse con las ganas, porque incluso en el
lugar más escondido y portando overol, son discriminados y rechazados.
Para ser una país desarrollado, debemos dejar atrás todos esos tabúes que
creemos que son malos para crecer como nación, el día que valoremos la
capacidad de alguien por su inteligencia y no por su aspecto, ese día nuestro
país será otro, será una nación libre y desarrollada.