El compilado de reacciones de júbilo, casi de éxtasis, ante la lamentable tragedia que ocurrió en el marco de un acto de campaña del candidato presidencial Jorge Álvarez Máynez y otros candidatos de Movimiento Ciudadano en Nuevo León es grotesco. Inhumano. Vomitivo.
”¡Sálvese quién pueda!”, se mofó el falso “cronista” Héctor de Mauleón ante las imágenes de Máynez y el resto retirándose del templete al borde de colapso. Un tipo amargo, que vivió insuflado de proyectos durante el regresivo sexenio del policía Miguel Angel Mancera y ahora está instalado en la irrelevancia y en el olvido.
”Hasta la naturaleza les marca la ruta”, señaló el senador plurinominal panista y farsante derechohumanero Emilio Álvarez Icaza, mofándose de la tragedia ocurrida ante la irresponsabilidad de llevar a cabo un evento masivo cuando ya se tenían advertencias de ráfagas de viento de hasta 80 kilómetros por hora y lluvias.
Posteriormente, cuando se difundió que habían fallecido 9 personas y existían más de 130 heridos, incluyendo una política de MC, Álvarez, a quién se le acaba la pluri en meses, culpó a sus “community managers”. Un cobarde, una miseria.
”Dios diciendo que no votes por Movimiento Ciudadano”, espetó el fallido comunicador Pedro Ferriz, con antecedentes penales en EU por manejar intoxicado y con varios problemas en México reportados desde hace años en SDPnoticias.
En la misma frecuencia, el espurio Felipe Calderón mofándose de que “se le cayó el templete” para intentar sacar raja política, ignorando las pérdidas humanas, pero poco se puede esperar del tipejo que nos llevó a una guerra fallida con un saldo de cientos de miles de muertos y desaparecidos.
”El que corre para salvarse sin importarle los demás, quiere ser presidente”, señaló el “monero” Alarcón, mediocre artista y peor analista político.
En fin. ¿Qué tienen en común estos políticos, pseudoperiodistas y garabateros? El odio de la derecha, su sed de sangre, de muertos, que obliguen, en sus sueños más enfermizos, a que Máynez “decline” en favor de Xóchitl para, según ellos, ganarle a la candidata que va más de 30 puntos arriba. Son unos miserables. Una vez más lo confirman.