Todavía ayer a mediodía hablando con un auténtico profesional de la comunicación, ambos guardábamos una remota esperanza de que se podría encontrar con vida a Debanhi Susana Escobar.

Por la tarde, al pardear, la realidad nos pegó a toda la sociedad como balde de agua fría: el cadáver de la chica fue encontrado justo en la zona donde fue vista por última vez.

Pero el hallazgo del cuerpo no traerá paz inmediata a sus dolientes ni a una incrédula sociedad: las feministas ya velan sus armas de protesta para esta tarde.

Yo quiero esperar a que la Fiscalía emita un comunicado que se ajuste a los resultados de las pruebas periciales, que puede ser que acaben con los 12 días de zozobra. Lo demás será chisme de vecindad.

Y a los que somos padres, hijos o hermanos no nos queda más que rogar para que el sacrificio de Debanhi Susana sea el último.

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Fuerza para sus padres.

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