Hay que decirlo, las acciones de AMLO envían un pésimo mensaje hacia la inversión extranjera y todo lo que conlleva, como la promoción del empleo, la capacitación y el desarrollo tecnológico e incluso, hacia el respeto al pacto federal, la certeza jurídica y la Constitución. Sus caprichos son algo más que absurdos y tienen un alto costo económico y político a nivel nacional e internacional, y marginan a México no sólo económica, sino educativa, social y políticamente.

Manipulación

AMLO se ha mantenido firme amenazando en negar los permisos federales a Tesla y a otras empresas para evitar que se instalen en el norte del país. Trascendió que en una reunión en Palacio Nacional donde participaron el presidente, los secretarios de la Defensa, Crescencio Sandoval, de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y varios gobernadores entre ellos el de Tabasco, Carlos Manuel Merino y de Campeche, Layda Sansores, se determinó que no se dieran permisos a las grandes empresas en el norte del país con el pretexto de que “no hay agua” para obligar a que se instalen en el sursureste.

Esa decisión al parecer tenía un importante destinatario, Elon Musk, dueño de Tesla, a quien pretendieron presionar “a la mala” para instalar su empresa en Tabasco.

¿Qué se requiere para una planta?

Es importante mencionar que se trata de una planta que contempla una inversión de 10 mil millones de dólares y que algo de esa magnitud no se hace de la noche a la mañana, se requiere de una planeación estratégica, ingeniería sobre la planta, calidad y capacidad de la mano de obra y de su costo, terrenos y factibilidad de agua, electricidad y gas natural.

También se consideran las cadenas de valor y de proveeduría, sistemas logísticos de transporte y almacenamiento y estudios de mercado, en todo ello Nuevo León resultó ser adecuado, tanto del lado americano, como del lado mexicano.

Entonces, ¿qué hay detrás de las negociaciones entre Elon Musk y el presidente Andrés Manuel López Obrador?

El día de ayer circularon versiones del resultado de la conversación que sostuvieron Musk y AMLO. Lo primero salió seguramente de las oficinas de Tesla, que el presidente se mantenía firme en su decisión de no permitir que se instalen en Nuevo León y que Musk no aceptó que le condicionaran ubicaciones por lo que se llevaría la inversión a Austin, Texas.

Horas después, en lo que podría considerarse un control de daños, la SRE dejo ver que Tesla confirmó al presidente que se instalarán en nuestro país. Aún se espera el anuncio oficial.

La empresa de Musk tiene fuertes inversiones en Austin, tanto en fabricación de autos eléctricos, como en temas aeroespaciales y de conectividad, seguridad, tiempos, y cadenas productivas, factores que hacen aún más adecuado a Nuevo León, y cabe señalar, una empresa de esa dimensión no arriesgará por no tener la factibilidad de agua. Los estudios hablan de que ya se tenía.

Hoy por hoy, entre las empresas que se han montado en la transición tecnológica y energética, Tesla se mantiene en un mayor crecimiento y su valor accionario en la Bolsa ha crecido más que Amazon, Apple y Microsoft

Por capricho y desconocimiento

Zonas Económicas Especiales

No es un secreto que AMLO ha pretendido desarrollar el sur sureste por decreto, sin lógica, sin planes de desarrollo social ni económicos, sino por pura demagogia.

Insiste en cuestionar lo que hicieron sus antecesores, sin embargo, en el periodo de Peña Nieto para impulsar el desarrollo del sur sureste del país y buscar su integración al desarrollo del norte, fueron creadas las “Zonas Económicas Especiales” y a través de estudios muy profundos se logró determinar la vocación económica de cada región para impulsar programas, apoyos e incentivos que permitieran inversiones y desarrollo económico y educativo.

Sin embargo, a su llegada AMLO de forma lamentable, canceló por Decreto las Zonas Económicas para sustituirlas por programas clientelares, como Sembrando Vida e inició la construcción del Tren Maya.

Claramente su decisión de obstaculizar la instalación de Tesla en Nuevo León, no responde a un interés económico, de desarrollo y de creación de empleos dignos y productivos para los mexicanos ni mucho menos por la invaluable oportunidad que tiene México para aprovechar las ventajas del nearshoring.

¿Qué mueve a AMLO?

¿Dónde queda su interés por mejorar las condiciones de vida de los mexicanos?

¿Por qué pelearse con uno de los hombres más ricos del mundo e impulsor de la movilidad verde?

¿Para demostrar a sus chairos resentidos y acomplejados que es más fuerte que cualquiera?

¿Será en que en su egocentrismo y narcisismo quiere evitar que el anuncio de la inversión de Tesla la dé el gobernador de Nuevo León, Samuel García?

Lo grave es que AMLO manda una pésima señal que afecta la imagen del país a nivel nacional e internacional. Otro de sus caprichos que ya generó incertidumbre y eso es muy caro a nuestro país.

Twitter: @diaz_manuel