Pocas palabras en español, apenas 19, terminan en j. Reloj en una de ellas. Contrarreloj debería ser la número 20, pero un experto, Juan Gossaín, no la incluye en la lista: por compuesta o derivada; exagerado don Juan.

Como cualquiera sabe, decir que contrarreloj no es una palabra que termina con j representa un serio error teológico, ya que si Dios existiera y si, como dice el Génesis, hubiera creado al mundo en seis días, entonces lo habría hecho en una carrera contrarreloj.

Lo que sea, si Dios existiera y tuviera necesidad de un reloj, no se compraría una baratija. El teólogo que despacha como titular de la Secretaría de Salud, don Jorge Alcocer Varela, seguramente lo sabe. Dios usaría, a fuerza, un Graff Diamonds Hallucination, valuado en 55 millones de dólares.

¿Caería Dios en el pecado de la avaricia si adquiriera una joya carísima? Probablemente, sí, pero la teología asegura que los pecados se perdonan, con mayor razón los cometidos por el creador del universo, quien se perdonaría a sí mismo, y santo remedio.

La ventaja de la teología, según Martín Lutero, es que hace pecadora a la gente. Bueno, no sé si lo dijo exactamente con tales palabras, pero así recuerdo haberlas leído en algún lado; entonces, las doy por precisas. Alguien menos religioso, pero más ocurrente, Oscar Wilde, escribió —eso creo— que la única manera de librarse de la tentación es ceder ante ella. Con el inmenso poder que tendría si fuera real y no una fantasía, ¿por qué carajos iba a vivir Dios esclavo de la tentación de poseer el reloj más caro del mundo, que si estoy en lo correcto, no es una joya suiza, sino inglesa.

¿Por qué ahora todo México discute sobre el reloj de Dios?

Porque el doctor Jorge Alcocer Varela lo utilizó como una justificación para echar abajo el horario de verano. El titular de Salud por esa acción se ha ganado el cielo.

Sobran teólogos en el gabinete del presidente López Obrador, como Adán Augusto López Hernández, quien dijo en un mitin que los tiempos de Dios —esto es, los de AMLO— son perfectos.

Pronto alguien del gabinete de Andrés Manuel nos hablará de los calcetines del creador o de la marca de papel sanitario que utiliza Jesuscristo allá donde pase la vida eterna.

Me informan que pronto nos sorprenderá otro teólogo de la 4T —Miguel Torruco Marqués, secretario de Turismo— dando a conocer que en la feria de turismo de Madrid le pareció ver una aparición de Dios con calcetines de la marca Harry´s of London, fabricados con 20 gramos de fibra Cervelt, llamada el diamante de las fibras, que solo se obtiene una vez al año de los ciervos rojos de Nueva Zelanda. De esa manera el señor Torruco defenderá al Tren Maya. Maravillas del misticismo.

Por cierto, se sabe que ya prepara el procurador del consumidor, Ricardo Sheffield —igualmente doctor de la iglesia— un argumento para justificar que José de Nazaret, por haberse tragado sin protestar el rollo de que su esposa virgen tuvo un hijo, recibió como regalo divino unos calzoncillos Nice Laundry, de cashmere con oro de 24 kilates.

¿Que estoy diciendo puras tonterías? Lo acepto, pero el doctor Alcocer y el licenciado Adán empezaron. No entiendo por qué dos hombres preparados e inteligentes salen con tales cosas. Si lo del reloj de Dios y los tiempos perfectos de la divinidad lo dijeron en serio, tal vez pronto los veremos sumados al equipo de Marcelo Ebrard, el funcionario que más se acerca al creador de los cielos y la tierra ya que tiene el reloj más caro del gabinete, un Rolex Submariner de 14 mil dólares. Qué envidia, don Marcelo.

El adelantado reloj de Murat que atrasa el reloj de Va por México

Todavía no deja de ser gobernador de Oaxaca, pero Alejandro Murat Hinojosa ya anda en busca de la candidatura presidencial del PRI. Lo dijo al reportero Enrique Méndez, de La Jornada: “Estoy listo para ser precandidato del PRI a la Presidencia de la República”.

Destape de Murat

A Murat le beneficia la crisis reputacional —que podría pronto ser penal— del todavía dirigente priista Alejandro Alito Moreno.

Lo interesante del proyecto de Murat —en caso de concretarse modificaría totalmente el proyecto de la oposición mexicana para el 2024— es que el nuevo aspirante presidencial no se ve partidario de una alianza con el PAN y el PRD.

Al final de la entrevista, el reportero hizo la pregunta clave a Monreal Hinojosa: “¿Candidato de Va por México —la alianza de partidos— o solo por el PRI?”.

Murat respondió con las ambigüedades que caracterizan al político experimentado y ganador de elecciones que sabe decir las cosas sin decirlas:

√ “La alianza primero debe construirse con la gente y es a lo que voy a salir”.

√ “No es un acuerdo de colores partidistas”.

√ “La dignidad de la gente no está en venta, no es una suma o una multiplicación”.

√ “Al pueblo se le debe convencer con argumentos, propuestas sólidas y emoción”.

√ “A partir de ahí, todas las alianzas que puedan construirse con todas las expresiones de pensamiento, partido o corte social, son fundamentales”.

√ “Para ganar, se necesita a todos. Al entender eso, la suma se hará multiplicación y eso hará una victoria, más allá de los partidos”.

La aparición de Murat como precandidato presidencial del PRI debe servir a Va por México para ajustar su reloj, que quizá se adelantó demasiado al anunciar una alianza en el 2024, que ya no se ve tan segura.