La vivencia del privilegio genera puntos ciegos para las personas que lo encarnan. Ya sea este por nivel socioeconómico, género, posición social, cargo, edad, color de piel, o cualquier condición que, de acuerdo con el orden social implique superioridad, mayor valía, jerarquía o poder, con respecto al resto de la gente, o que por lo menos sea una razón para NO ser víctima de discriminación.

Definitivamente Samuel y Mariana viven por muchas razones en un privilegio inmenso que les mantiene aislad@s de la realidad que vivimos el resto de las personas y pareciera que les limita o impide entender muchas cosas y mirar “al otro/a” como igual ¡Como igual ya es mucho pedir, por lo menos como persona!

Yo obviamente no les conozco de forma personal, solo puedo formarme una opinión de ellxs con base en sus redes sociales (que afortunadamente no sigo de cerca) y por las notas periodísticas cada vez que hacen algo que se vuelve viral.

Este fin de semana los titulares se volcaron sobre el hecho de que “se volvieron papás por un día”. Al leer las notas, resulta que sacaron a Emilio, un bebecito con una enfermedad neurodegenerativa, del DIF para llevarlo a su casa y “ser su familia” un fin de semana. Con ello lograron lo que querían: vistas, likes, interacciones en redes, ser centro de un nuevo debate público...

¿Y el bienestar del niño? ¿Y el interés superior de la infancia? ... Imagino su respuesta: “¡Ah sí, eso... Eso también, Eugenio está bien”.

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Publicaban que le daban sus medicinas y que no les dejó dormir, porque despertó a la 1 de la mañana, como contando una hazaña extraordinaria que, obviamente, les convierte en héroes. Si todos los papás y todas las mamás publicáramos cada noche que no dormimos porque nuestros/as bebés despiertan (en mi caso serían todas las noches desde hace ya varios años) o cada vez que les damos cuidados y medicinas cuando enferman, tendríamos idea de lo cotidiano de esas acciones para una enorme parte de la población. Pero ellxs son blancos, son bonitos, hablan cool... Ellxs son héroes por hacerlo una vez.

Además eligieron a un niño en alta vulnerabilidad por su situación de salud, lo que (entiendo, según su narrativa) les hace aún más nobles.

¿Saben de dónde creo que viene su elección de un niño más vulnerable? Creo que viene de su profundo desprecio por las personas con alguna discapacidad, al grado de no mirarlo como un ser humano, sino como el objeto que les serviría para parecer más compasivos en su imagen pública. Viene de una ceguera total ante las necesidades afectivas y psicoemocionales de una persona (la que sea) en etapa de infancia temprana.

Yo no contrato una niñera que cuide a mi bebé mientras trabajo, por proteger sus afectos, porque sé que él se va a encariñar con quién que lo cuide, que la va a oler, a identificar como figura protectora ¡que la va a querer! y no quiero que esa persona aparezca y desaparezca en función de un contrato de trabajo. Yo al ver la acción del gobernador y su esposa, no creo que ellxs tengan siquiera en su ideario la noción de cuidado de los afectos.

En las guarderías en que se practica la crianza respetuosa, siempre se recomienda que la estancia del bebé se convierta en parte de su cotidianidad, que no se les deje de forma irregular unos días sí y otros no, porque hay que cuidar la sensación de seguridad del bebé al encontrarse en un espacio conocido cuando está lejos de su figura central de apego y cuidado. Ellxs en cambio sacan a Emilio del espacio que funge como su hogar, lo introducen a un ambiente desconocido para él, lo alejan de las personas que le dan los cuidados de forma cotidiana y lo exponen a reflectores, a sesiones de fotos, a las cámaras de los medios y de su celular día y noche, y al final lo regresan al DIF de donde lo sacaron.

Por último, ya no sé cuántos organismos nacionales e internacionales han recomendado que la imagen de las infancias no se exponga en medios de comunicación masivos y redes sociales, por protección de sus derechos, por su seguridad, por resguardar su integridad... ¡Nah! Creo que de eso tampoco se ha enterado esta feliz pareja...

¿Quién o quiénes son las figuras centrales de apego y cuidado de Emilio en el DIF? ¿Cómo es que se permite que se lo lleven dos días, como si se tratara de un cuaderno que prestaste para tomar los apuntes y lo regresas al terminar el fin de semana? ¿Qué sigue para él? ¿Lo volverán a ver? ¿Fue acaso este parte de un proceso de más largo plazo en el que gradualmente incorporan al niño a sus vidas para adoptarlo después definitivamente? Por qué si no es así... La bajeza de su circo, me resulta inhumana, inaceptable, escandalosa y sobre todo muy dolorosa...

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(La autora es maestra en políticas públicas y género; integrante del Frente Nacional para la Sororidad y mamá de tiempo completo).