Una crisis fabricada

Hoy en la mañana le mande un mensaje a la persona que surte el gas en donde vivo y me contesto lo siguiente:

“Tenemos una escasez de gas. Los almacenes de la empresa están vacíos. Las unidades las tienen detenidas sobre las carreteras. En cuanto nos puedan cargar las unidades estaremos pasando a su domicilio.”

Esta crisis fabricada me recuerda a la de los huachicoleros cuando era una verdadera hazaña conseguir gasolina por las instrucciones del Gobierno Federal para detener a las personas que traficaban gasolina robada de los gasoductos. Los resultados del mes y semanas que estuvimos con escasez de gasolina no tuvo ningún reflejo en el precio de la gasolina y si lo tuvo no fue significativo. En mi apreciación, sufrimos por nada.

Ahora con los del gas se esta quitando el suministro por el precio que se considera injusto. Una bajada de precio también baja la ganancia de los distribuidores pues ellos cobran una comisión sobre venta y no un costo fijo operativo.

¿Qué quiere decir eso?

Distribuir el gas tiene un costo fijo operativo, con la bajada de precios del gas que quiere el gobierno se tendría que vender más gas para poder cubrir los costos fijos, el gran problema es que la gente no puede comprar más gas del que habitualmente compra pues tienen contenedores con una capacidad limitada. Por mas que yo quiera comprar 60 litros de gas, si tengo solo un tanque de 50 litros no puedo comprar más de 50 litros. Para los gaseros es un gran problema pues su modelo de contabilidad esta basado en la comisión sobre venta y no en cobrar un costo fijo por distribución.

Es complicado cambiar el precio de operación cuando durante años se ha basado en una comisión por venta. La CRE y la Profeco en lugar de dar el bandazo exigiendo un precio de venta oficial del gas, debió de haber propuesto un precio de venta de gas y además considerar el costo de operación de la distribución de este. Ahí pondrían en manos del consumidor a que operador comprarle basado en sus costos operativos. Con esto se fomentaría la competencia y el trabajo en mejoras operativas que beneficiarían a todos los involucrados y no dejaría sin gas al consumidor final.

Para este tipo de temas, donde hay una gran cantidad de involucrados, las iniciativas que se toman se deberían de analizar y entender las posibles consecuencias de sus acciones. Las personas que tenían simpatía por la intención del gobierno de bajar el gas, dejaran de tenerla poco a poco en el momento que esta decisión empiece a afectar su vida. Desde la preparación de alimentos y la higiene hasta la compra de alimentos en establecimientos que utilizan el gas como combustible para cocinarlos. Esto no solo afecta a los gaseros , afecta a todos pues en algún momento todos nos bañamos y comemos comida caliente, ¿o no?

Espero que esta intención del gobierno tenga no solo una pronta, sino una inmediata solución pues no faltara mucho para que la gente busque soluciones alternativas en un mercado de venta de Gas LP ilegal entre otras cosas.

Rápido CRE, rápido Profeco, la solución es para ayer.