Que complicado es encontrar dueños de cosas que te las vendan en buen estado después de su uso. Pocas personas cuidan las cosas de tal manera que se mantienen en buenas condiciones cuando las venden. Me ha tocado estar de los dos lados cuando compró algo que ya uso alguien mas.

Hace tiempo compre una motocicleta Harley Davidson usada. La moto era una 883 Sportster Low, estéticamente se veía perfecta pero al no saber cómo la habían usado conseguí un mecánico experto y unos amigos que conocían más de motocicletas que yo, la evaluaron. La moto estaba perfecta y por el precio ,valía mucho la pena. Al final use esa moto como un año y medio y la vendí y estuvo sin problemas. Mis amigos la volvieron a vender y seguía funcionando bien y de ahí le perdí la pista.

Al parecer no pasa lo mismo en los gobiernos. Es complicado como gobernante pensar en un plan de mantenimiento de lo ya construido cuando se quieren hacer muchas cosas para mejorar la experiencia de vida de los habitantes del lugar que gobernarán.

Muchos de los gobernadores que entraran próximamente en funciones tendrán que enfrentarse , tarde o temprano, a las fallas por falta de mantenimiento en la infraestructura que se han ido construyendo a través de los años en el territorio que administrarán.

Ahora, Samuel García esta haciendo “planes felices” pero tendrá que enfrentarse en algún momento a todos los problemas que tienen en las líneas del metro ahora o cualquier tipo de infraestructura estatal mal construida o que el gobierno anterior al suyo no le haya dado mantenimiento.

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¿Es culpa de Samuel que este algo mal construido? No, pero si es su responsabilidad mantener lo que se ha construido en los últimos sexenios funcionando y si es posible mejorarlo.  

Y así como le pasará a Samuel, va a pasar con todos los gobernantes en todos los niveles de gobierno.

Los nuevos gobernantes tienen que saber que los ahorros no se pueden hacer en dejar de mantener las infraestructuras existentes. Los ahorros tienen que ver más con eficiencias que con la desaparición de costos.

Yo siempre le he reclamado a las empresas que quieran reducir costos bajando las plantillas sin ponerse a trabajar en mejorar procesos y operaciones. Si no se hace de esa manera, los posibles ahorros no serán sostenibles y seguramente empezaran a fallar otras cosas que se apoyaban en las personas que fueron despedidas. Es más fácil bajar costos quitando cosas que mejorándolas y haciéndolas más eficientes.

Ojalá los nuevos gobernantes hayan hecho una buena transición y los que estuvieron en esa transición hayan explorado a fondo todo los que les pasó para que de inicio trabajen en mantener lo que ya existía y no gastar el presupuesto en cosas que pueden parecer espectaculares cuando lo otro se cae a pedazos.