Las remesas han sido, durante décadas, un pilar fundamental en la economía mexicana. En 2024, alcanzaron un récord de 64,700 millones de dólares, representando el 3.5% del PIB nacional y superando ingresos por exportaciones agrícolas, turísticas y petroleras. Más del 50% de los hogares que reciben remesas se encuentran en zonas rurales marginadas, dependiendo de estos recursos para cubrir necesidades básicas como salud, educación y alimentación.
Sin embargo, una nueva amenaza se cierne sobre este vital flujo económico. Una propuesta del Congreso de Estados Unidos, impulsada por legisladores republicanos y respaldada por la administración de Donald Trump, busca imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes. De aprobarse, esta medida podría entrar en vigor en 2026 y representar una pérdida anual de al menos 3,250 millones de dólares para México, reduciendo su PIB en 0.18 puntos porcentuales.
La propuesta estadounidense y su impacto potencial
La propuesta de reforma fiscal impulsada por el Partido Republicano incluye medidas que afectan negativamente a los indocumentados en Estados Unidos., destacando un impuesto especial del 5% sobre las remesas. Además, se propone restringir el crédito fiscal por hijos a familias donde los padres tengan SSN (Número de Seguro Social), dejando fuera a 4.5 millones de niños ciudadanos, especialmente en estados con alta recaudación fiscal de inmigrantes como California, Texas, Florida, Nueva York e Illinois. Estas medidas podrían disuadir a la comunidad inmigrante de cumplir con sus obligaciones fiscales y afectar negativamente a sus países de origen, donde las remesas representan una parte significativa del PIB.
Expertos advierten que estas restricciones podrían fomentar el uso de canales informales y menos seguros para enviar dinero al extranjero, lo que podría tener implicaciones negativas tanto para la seguridad financiera de los migrantes como para la economía mexicana
Respuesta del gobierno mexicano
La respuesta del gobierno mexicano ha sido contundente. La presidenta Claudia Sheinbaum calificó la propuesta como “inaceptable” e “inconstitucional”, ya que los migrantes ya pagan impuestos en EE. UU. Inició una ofensiva diplomática que incluye el envío de cartas a congresistas estadounidenses y reuniones con comunidades mexicanas en EE. UU. Además, ha instado a los migrantes a expresar su oposición escribiendo a sus representantes.
Un grupo de 24 congresistas hispanos demócratas en Estados Unidos , han enviado una carta al líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, pidiendo detener la propuesta. Los legisladores critican la medida por considerarla injusta y perjudicial para millones de inmigrantes, incluidos indocumentados, residentes permanentes y trabajadores con visados temporales.
Reducción de la tasa de interés por parte del Banco de México
El 15 de mayo de 2025, el Banco de México (Banxico) redujo su tasa de interés clave en 50 puntos base, situándola en 8.5%, en línea con las expectativas del mercado. Este ajuste busca adaptar la política monetaria a un entorno inflacionario que permite continuar con la flexibilización monetaria, aunque manteniendo una postura restrictiva
La gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez, declaró que, aunque existe margen para reducir la tasa de interés de referencia, se buscará mantener una postura monetaria restrictiva por el momento. Esta declaración se dio tras que Banxico redujera por tercera ocasión consecutiva su tasa clave en medio punto porcentual.
Si bien el mandato único del Banco de México es preservar el poder adquisitivo de la moneda, su reciente decisión de reducir la tasa de interés tiene como uno de sus principales objetivos estimular el consumo privado y la inversión fija bruta. Con una tasa de interés más baja, se espera que gobiernos, empresas y familias vean disminuidos los costos de sus créditos a tasa variable, y que además, el crédito al consumo y a las empresas se vuelva más accesible, incentivando un mayor dinamismo en la economía.
El peso mexicano ha tenido un comportamiento ordenado, incluso más estable que otras monedas internacionales, ante la amenaza de aranceles del 25% a productos mexicanos, como parte de las presiones del gobierno de Estados Unidos con Donald Trump. La estabilidad macroeconómica interna ha permitido amortiguar algunos de estos efectos negativos en la moneda mexicana.
Sin embargo, la incertidumbre generada por la falta de claridad en la política fiscal, arancelaria y geopolítica ha alcanzado niveles comparables con los registrados al inicio de la pandemia. Esta situación mantiene a los inversionistas en un estado de cautela, lo que podría traducirse en episodios de volatilidad en el mercado cambiario.
En mi opinión este contexto de la combinación de posibles impuestos a las remesas, una política monetaria más laxa y un peso debilitado podría generar un cóctel peligroso para la economía mexicana. Es crucial que el gobierno y las autoridades financieras actúen con cautela y coordinación para mitigar los riesgos y proteger a las familias que dependen de las remesas, así como mantener la estabilidad económica del país.
La propuesta de imponer impuestos a las remesas no solo representa una amenaza económica, sino también un desafío a los derechos de los migrantes y a las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos. Es fundamental que se mantenga un diálogo abierto y constructivo para encontrar soluciones que beneficien a ambas naciones y, sobre todo, a las personas que dependen de estos recursos para su subsistencia.