Alejandro Encinas siempre ha buscado mantener una buena imagen ante la opinión pública, ello a pesar de graves errores del pasado como introducir a la Cámara de Diputados a un delincuente confeso para que rindiera protesta como Diputado y así adquiriera fuero, no se pudo, entonces lo sacó en la cajuela de su auto para evitar fuera aprehendido, ese mismo personaje reapareció en 2019 una vez prescritos sus delitos; pero, otro de los grandes errores de Encinas, fue el manipular todo el expediente de Ayotzinapa y mentir cínicamente.

Nos faltan 43

Las mentiras y el grado de manipulación del último informe que presentó Encinas con el que pretenden dar “carpetazo” al caso de los jóvenes desaparecidos, dejó la “verdad histórica” del ex procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, como cosa de niños.

Un caso emblemático para AMLO

El tema de la investigación que ha realizado la 4T y particularmente la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa de la que es responsable Alejandro Encina tiene muchas aristas. Sin embargo, en ningún momento fue su intención esclarecer el tema de la desaparición, su labor fue la de lucrar políticamente con el tema, exprimirlo para adquirir votos, con una falta de respeto hacia las víctimas con el diario “pase de lista” y las alusiones de AMLO en sus mañaneras, sin que realmente se avanzara en la investigación.

Toda una puesta en escena, peor que la que montó en su momento Genaro García Luna con el caso de Florence Cassez e Israel Vallarta. Para los amantes de las series de televisión, resulta que en 2019 el gobierno de AMLO a través de Epigmenio Ibarra y su sociedad con Netflix, produjeron una serie sobre Ayotzinapa narrada por el director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, en la cual ya dieron su veredicto, igualito al que publicó Encinas, fue un “crimen de Estado” y, como ya se había hecho en la “Verdad Histórica”, se confirmó la identidad de tres estudiantes además del hecho de que no existen evidencias de que los estudiantes se encuentren con vida. Es decir, todo un montaje concebido desde el inicio de la administración de AMLO.

No logró engañar

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes puso las cosas en claro, la idea de sustentar el informe presentado en agosto pasado con “pantallazos” de WhatsApp, fue la tumba de la “investigación” de Alejandro Encinas.

Claudia Paz y Paz, experta guatemalteca, dijo que el grupo no conoció previamente las pruebas que presentó el jefe de la comisión presidencial para el caso Ayotzinapa, y que, una vez que las hizo públicas y les entregó las capturas de pantalla, realizaron un peritaje informático forense, que arrojó que “esta evidencia es inconsistente y no puede ser considerada como tal de un proceso judicial”. Dijo que para saber cómo fue obtenida esa “evidencia” y las circunstancias “irresponsables de su realización”, debe existir una investigación. La experta del GIEI, aseguró que no está claro si fue obtenida originalmente por Omar Gómez Trejo, el fiscal especial para el caso Ayotzinapa, reclutado por Encinas después de haber sido secretario técnico del GIEI, o del propio subsecretario que, por sus propias confesiones, se sabe que realizó tareas más allá de lo que le marcaba la ley e incluso usurpó funciones en varias oportunidades.

También señalaron que las 83 órdenes de aprehensión que solicitó el exfiscal Omar Gómez Trejo no tienen que ver con el informe de la Covaj, sino que eran el resultado de un trabajo minucioso, de ahí que resulte incomprensible que la FGR, por órdenes del fiscal Alejandro Gertz Manero ordenara la cancelación de 21 de ellas, entre las cuales estaban 16 militares encauzados.

¿Qué te pasó Alejandro?

Al final, salió la verdadera personalidad de Encinas que jamás imaginé, la de un manipulador, mentiroso o un empleado dócil que se dobla ante los intereses aspiracionales y la excesiva ambición de poder de AMLO que traiciona la lucha por la democracia.

Twitter: @diaz_manuel