DISRUPCIÓN

Con el derrumbe de la Autopista Siglo XXI en Michoacán, quedó de manifiesto la corrupción que rodea a la presa Francisco J. Múgica, Leonel Godoy y Obedrecht y que hoy tiene incomunicado, no solo al estado, sino semi paralizada la actividad económica en este importante corredor logístico que conecta al centro del país con el puerto de Lázaro Cárdenas y destinos de playa en el Pacífico mexicano.

La formación de grietas y el colapso de un tramo de la autopista fueron atribuidas por la empresa concesionaria, a causas ajenas a la carretera que administra, remontando los desperfecto a la obra de construcción en la que participó la multicuestionada transnacional.

La empresa Promotora y Operadora de Infraestructura (Pinfra) encargada del mantenimiento de la vía, argumentó que las grietas y el colapso fueron derivadas de hechos ajenos a la autopista, dicha empresa cuenta con un portafolio de 21 concesiones, de las cuales 19 son carreteras, entre éstas el Viaducto Elevado de Puebla, las vías Tlaxcala-Puebla, México-Toluca y Zitácuaro-Lengua de Vaca, entre otras, además de la concesión de dos puertos.

Incluso, el candidato del partido Fuerza por México a la gubernatura de Michoacán, Cristóbal Arias, atribuyó el derrumbe de la Siglo XXI a fallas constructivas de la presa, edificada en el periodo del ex gobernador Leonel Godoy, actual candidato de Morena a diputado federal y principal operador en la campaña de Alfredo Ramírez Bedolla, aspirante a la gubernatura.

“Esa es la presa de la corrupción, construida en los gobiernos de Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy; hay quienes presumen que la presa ha provocado las afectaciones a los cimientos de la carretera que ahora se está hundiendo”, acusó.

Y como en la línea 12 del Metro, ninguna autoridad investiga a los culpables, es de muy mal pensados en que la omisión se deba a que los participantes ahora militan en el partido del presidente, recibiendo no solo la purificación de sus pecados, sino la impunidad que tanto se juró combatir.