El título de este artículo tiene que ver con el poema de Pablo Neruda que más me gusta: Oda a las cosas rotas. Es una reflexión realmente bella y muy inteligente acerca de tantas cosas que en la vida “nadie rompe pero se rompieron”. Así es la política —el periodismo, desde luego, también es política—: todo lo malo ocurre y nunca nadie lo provoca.

Menciono lo anterior porque ayer, en Chiapas, aconteció un evento rarísimo que alguien operó para que quedara sin explicación: hombres encapuchados y fuertemente armados detuvieron la camioneta en la que viajaba Claudia Sheinbaum solo para decirle algunas obviedades sobre la situación social en esa entidad.

Mientras los encapuchados interrogaban a la candidata presidencial de Morena, ocurría un hecho de lo más raro: todo lo grababa algún reportero del portal Latinus, el sitio de internet que financia la familia del viejo y más que mañoso priista Roberto Madrazo y que dirige Carlos Loret de Mola.

Los encapuchados pronunciaron su discurso, bastante malo y afectado, y permitieron que Sheinbaum continuara su camino. La candidata de izquierda dijo, después de lo que afortunadamente quedó solo como un contratiempo, que no creía que fuesen narcos los encapuchados y expresó que le parecía muy raro que solo hubiese estado gente de Latinus con ellos.

A Claudia Sheinbaum la acompaña, lo mismo que a su rival Xóchitl Gálvez, un grupo bastante numeroso de reporteros y reporteras de medios nacionales y originarios de cada localidad que visita. Pero el raro, muy raro incidente con los encapuchados solo lo vio Latinus, ya que alguien impidió al resto de la prensa estar presente cuando los hechos aquí mencionados sucedieron.

Desde luego, sobran razones para pensar que se trató de un montaje. Enlisto tres, pero hay más:

  • Carlos Loret de Mola, jefe de los únicos periodistas que estuvieron con los encapuchados, es un reconocido especialista en montajes producidos en video. El más famoso consistió en una puesta en escena para que Genaro García Luna —un narco reconocido— quedara como un héroe.
  • Latinus tiene recursos de sobra para actividades de ese tipo e inclusive más complejas y costosas, como el espionaje. Todas las grandes exclusivas que ha dado a conocer Carlos Loret durante el sexenio de AMLO no han sido el resultado de investigaciones periodísticas, sino productos del espionaje telefónico.
  • Roberto Madrazo no solo tiene muchísimo dinero obtenido en negocios de venta de equipos médicos al gobierno que pudo hacer en anteriores sexenios, sino que es psicológicamente capaz de derrocharlos para que lo deje en paz una de sus enfermizas obsesiones: golpear a su paisano Andrés Manuel porque el actual presidente de México ha superado a Madrazo de todas, todas.

Por las anteriores razones y seguramente por otras, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en la mañanera de este lunes 22 de abril que sospechaba de Loret como operador del montaje. Ahí dejó sus presunciones el primer mandatario y cambió de tema. Hace rato un indignadísimo comunicado de Latinus demuestra que AMLO no mintió.

En ese comunicado, la empresa patrocinada por Madrazo y dirigida por Loret informó que su portal cubre la campaña de Sheinbaum sin juntarse con el resto de la prensa que acompaña a la candidata. También afirmó que si AMLO e inclusive Claudia hablan de montaje se debe a que no quieren aceptar la realidad de violencia que aterroriza a Chiapas y a muchas otras regiones de México. Es decir, Latinus no tiene duda: fueron sicarios del crimen organizado quienes organizaron el retén que detuvo a la camioneta de la aspirante morenista.

Ahí está lo delicado del asunto: si eran narcos, tal como asegura el portal de Madrazo, ¿no resulta extremadamente raro y muy sospechoso que hubiesen permitido a la gente de Latinus estar en primera fila grabando con absoluta libertad lo que ocurría?

Más sospechoso y mucho más raro aún luce lo anterior porque los encapuchados habían impedido al resto de la prensa llegar al punto de la carretera en la que bloquearon a Claudia. Si los encapuchados bien armados pudieron obstaculizar al grupo amplio de periodistas que cubre las actividades de Sheinbaum, ¿por qué no hicieron lo mismo con los enviados de Carlos Loret?

No discuto el mérito de cubrir una campaña presidencial sin estar en la comitiva de prensa. Eso lo he visto antes. El comunicado de Latinus pretende que se considere heroico lo que sus periodistas hacen. Está bien, qué chingones son, para decirlo en el lenguaje de la candidata que apoyan, Xóchitl Gálvez. Más chingones todavía porque encapuchados con armas largas, narcos o no, solo a periodistas del portal de Loret y Madrazo permitieron estar en lo que, una de dos, o fue un montaje muy costoso, o se trató de una acción rarísima —por cursi— del crimen organizado.

Empecé haciendo referencia al poema de Neruda sobre las cosas rotas, y la verdad es que no sé por qué se me vino a la cabeza. Al final de esta reflexión sobre un rarísimo montaje —o una todavía más rara acción de las mafias del narco—, la Oda a las cosas rotas me lleva a pensar en la necesidad de que alguien, en algún momento, escriba sobre nuestro México la Oda al país de las cosas raras.