El desarrollo del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y el uso masivo de la bicicleta representan los dos pilares del futuro de la movilidad. Es la utopía posible para la Ciudad de México. Imaginar la ciudad del futuro en materia de movilidad es pensar, por lo menos, en una docena más de líneas del Metro y trenes de cercanía a Toluca, Pachuca, Cuernavaca, Puebla, Querétaro y por supuesto, al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Implica muchos kilómetros de ciclovías, políticas que incentiven el uso de la bicicleta, como una alternativa para ejercitarse y mejorar la calidad de vida.

El Metro y la bicicleta son las mejores opciones

En 2050, Europa y Estados Unidos proyectan dejar de producir vehículos de combustión interna. México debe asumir esta meta. No se trata simplemente de sustituir vehículos contaminantes por ecológicos. Se trata de no contaminar y de mejorar la movilidad, por lo cual la bicicleta como medio de transporte individual y el Metro como transporte público, son las opciones realistas y de mayor efectividad.

Para que esto ocurra, el Metro debe pasar del gobierno de la CDMX al control, administración, desarrollo y responsabilidad del gobierno federal. La Ciudad carece de recursos para enfrentar las necesidades de este Sistema. Al gobierno capitalino no le alcanza para proporcionar el urgente mantenimiento que necesita el sistema completo y menos aún, para construir nuevas líneas.

El Plan Maestro del Metro de 1996 contemplaba 15 líneas para 2010

En la segunda mitad del Siglo XX, el Metro fue la apuesta correcta para una ciudad que crecía acelerada y caóticamente. Publicado en 1985 y reformado en 1996, el Plan Maestro del Metro proyectó que en 2010 estarían construidas 15 líneas y se ampliarían las existentes.

La Línea 10 correría sobre Insurgentes, por el mismo recorrido que ahora realiza el Metrobús. La Línea 11, sería elevada, iniciaría en Santa Mónica, en las inmediaciones de Ciudad Satélite en el Estado de México, y concluiría en Bellas Artes. La Línea 13 iría de Satélite hasta San Lázaro. La Línea C, iría de Cuautitlán Izcalli a El Rosario. La Línea D iría de Coacalco a Santa Clara, en Ecatepec. Además se ampliarían las Líneas 7 y 8, la primera llegaría hasta San Ángel y la segunda hasta Indios Verdes. De mediados de los años ochenta a la fecha, sólo se construyó la Línea 12, con los problemas que ya sabemos.

Las necesidades de transporte de la Megalopoli cambiaron. Se necesitarían las 15 líneas proyectadas en el Plan Maestro del Metro y una red de trenes de cercanías. El Tren Suburbano que va de Buenavista a Cuautitlán funciona desde hace años y según datos oficiales del Gobierno Federal, el Tren a Toluca está a punto de concluirse. Faltaría los trenes de pasajeros a Puebla, Pachuca, Querétaro y Cuernavaca. Proyectos de este tipo sólo son posibles desde el gobierno federal.

Durante la pandemia el uso de la bicicleta aumentó sustancialmente, más de un 200%. También aumentaron los kilómetros de ciclo vías. Sus beneficios son evidentes, pero aún falta mucho por hacer. Necesitamos una adecuada planeación para articular el Metro, Metrobus y RTP con las ciclovías y estacionamientos de bicicletas. Las opciones de renta de bicicletas son exitosas pero limitadas. Faltan incentivos y apoyos para que servidores públicos, estudiantes y empleados adopten este medio de transporte. Por supuesto, la seguridad tiene que mejorarse y la cultura del uso de la bicicleta fortalecerse. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?

Onel Ortiz Fragoso en Twitter: @onelortiz